Un transmisor injertado en el cuello de tres orangutanes ha permitido rastrear por primera vez su adaptación a la selva de la parte malasia de la isla de Borneo, informó hoy la prensa local.
El Departamento de Vida Salvaje del estado de Sabah cooperó con veterinarios franceses y austríacos para lograr colocar estos implantes con forma de moneda en tres ejemplares el pasado septiembre.
Los científicos introdujeron estos transmisores en una zona del cuello en que la piel es especialmente espesa y tiene depósitos de grasa para asegurarse de que no se desprenda.
El doctor Senthilvel Nathan, veterinario jefe del departamento, aseguró que los tres simios se han adaptado bien a su vuelta a la selva después de pasar unos meses en el centro de Rehabilitación de Orangutanes de Sepilok.
En los últimos años, el centro de Sepilok ha devuelto a la vida salvaje a varios orangutanes criados en contacto con el hombre, pero no podía seguir su evolución, ya que estos simios aprenden rápidamente a desprenderse de los collares.
Hasta que fueron soltados, los tres simios vivían con otros 250 primates en la reserva, ideada para rescatar y cuidar a orangutanes enfermos o huérfanos a una temprana edad.
Según el grupo ecologista Hutan, sólo quedan 11.000 orangutanes en Sabah, ocho veces menos que hace 15 años, debido al deterioro de sus hábitats y a la acción de los cazadores furtivos.
Fuente: EFE