Alicia Ortíz -madre de Rubén Carballo- confirmó esta mañana a la prensa el fallecimiento de su hijo, quien permanecía hospitalizado en grave estado en el Centro Gallego de Buenos Aires.

El joven fue hallado herido en las inmediaciones del estadio de Vélez el pasado 15 de noviembre, a 12 horas de terminado un recital del grupo Viejas Locas al que había concurrido con amigos y en el que se registraron graves incidentes.

La familia Carballo se presentó como "querellante" en la causa por las lesiones -y ahora muerte- que sufrió Rubén, argumentando que fueron efectivos de la Policía Federal los que golpearon al joven hasta dejarlo al borde de la muerte e incluso denuncian que luego lo trasladaron hasta el lugar donde fue encontrado inconsciente.

Para la Justicia, está prácticamente determinado que Carballo tenía entradas para acceder al recital, pero se habría quedado afuera del estadio ante el desborde de "colados" y un virtual estado de colapso de la capacidad del José Amalfitani.

En esas circunstancias se habrían desatado los incidentes, que alcanzaron a Carballo, cuyas ropas estaban manchadas con el agua coloreada de azul que suele arrojar la Policía ante situaciones de disturbios.


“Esto recién empieza para nosotros. Esto no termina acá y estamos preparados para lo que sea”, declaró esta tarde Rubén Carballo padre, quien volvió a centrar sus acusaciones en el accionar de la Policía.

“Todos los chicos que quedaron afuera tenían la entrada. No hay nada que inventar. La Comisaría tiene antecedentes. A mí en un principio no me quisieron tomar la denuncia, y hay chicos a los que les robaron el teléfono y la plata en la comisaría. Es una vergüenza esto”, denunció.