Spinetta se preguntaba, en el memorable disco a dúo con Fito Páez La, la la, "quien resistirá cuando el arte ataque". La respuesta la tiene Rosario: la construcción. Sí, el boom de los ladrillos se lleva puesta una nueva sala de teatro, en este caso la de El Rayo, ubicada en San Martín entre Urquiza y Tucumán.

Es que, según explicó María Oliver al móvil de Radio 2, vence el alquiler y el dueño del inmueble les pide ahora 3 mil pesos por mes para renovar, cifra a la que es imposible llegar para el grupo que gestiona la sala, simples apasionados del teatro que han dejado sangre, sudor y lágrimas para poner en condiciones y sostener el lugar.

Oliver y los vecinos del barrio sospechan que en rigor lo que el dueño quiere es que se vayan para vender el terreno, ya que tiene una oferta de una empresa constructora que pretende levantar una torre en la zona. Algo que, por ciero, lamentan quienes viven enfrente, no sólo porque se llevan más que bien con los teatreros y hasta algunos son casi público estable de las obras, sino también porque esa cuadra, en bajada hacia el río, la vista ya casi se reduce a sólo balcones.

Algo parecido a lo que pasa con el Rayo le sucedió añ teatro La Morada, que cerró sus puertas días atrás. Allí el dueño decidió no renovar el alquiler porque, fue su explicación, también va a vender el terreno para la construcción de un edificio. Aunque en este caso, hay otro componente: las denuncias de un vecino que nunca estuvo conforme con la cercanía del teatro, en donde muchas veces se presentaron obras experimentales.