El saber popular señala que los gatos no son muy amigos del agua. Sin embargo, hay excepciones. Algunos felinos caminan bajo la lluvia sin problemas. Otros, en cambio, van un poco más lejos y eligen un baño de inmersión.

No se sabe el nombre de la michina, pero su dueña la filmó mientras la mascota se daba un baño en lo que se asemeja a un fuentón con agua tibia.

Una y otra vez la invitan a salir del agua, pero la gata se resiste. Es más, cuando su dueña la saca del fuentón, ella pega la media vualta y regresa.