Se habló mucho en la previa del clásico rosarino de Copa Argentina sobre la ausencia de los hinchas en las tribunas. El día del partido, leprosos y canallas se las ingeniaron para observar aunque sea una parte de la cancha de Arsenal, donde se jugaba el encuentro más importante de los últimos años. Pero hubo dos fanáticos, uno de Central y otro de Newell’s, que vivieron el duelo en un lugar exclusivo: adentro de la cancha y a dos metros de los jugadores.

Según contaron los propios protagonistas después en TyC Sports, se trata de dos chicos oriundos de la ciudad de Pérez que están haciendo inferiores en Arsenal de Sarandí y que fueron designados como alcanzapelotas en el clásico de Rosario.

La historia oculta se descubrió cuando uno de los pibes festejó, casi tímidamente, el gol de Germán Herrera. Justo estaba detrás del arco que defendía Alan Aguerre en ese momento y pudo seguir el histórico “tacazo” del Chaco desde una posición privilegiada.

“Cuando me avisaron que iba a ser alcanzapelotas en este partido me volví loco, arranqué a cantar todas las canciones de la cancha”, confió el pibe canalla.

Lo curioso es que el otro adolescente nacido en Pérez que estuvo en el terreno de juego es hincha de Newell’s y le tocó sufrir la derrota con ganas de entrar al campo de juego a ayudar. “Ya lo habíamos hablado; vivimos juntos en la pensión de Arsenal y veníamos haciendo apuestas por este partido”, contó el pibe leproso.

Para cerrar la nota, el chico de Central mostró el video que grabó con su teléfono celular del festejo de los jugadores canallas en el centro del campo de juego después de la victoria sobre Newell’s.