El Papa Francisco, el argentino Jorge Bergoglio, inauguró su pontificado con un mensaje fuerte, pronunciado ante varios jefes de Estado, dedicado a los poderosos. "Quisiera pedir a todos aquellos que ocupan roles de responsabilidad en el ámbito políticos y económicos, seamos custodios de la creación, del designio de Dios que se inscribe en la naturaleza. No dejemos que los signos de destrucción y muerte acompañen los caminos de nuestro mundo", dijo en su homilía, aplaudida por una multitud emocionada en la Plaza San Pedro del Vaticano. Y sumó: "El odio, la envida y la soberbia ensucian la vida".
Buen puntual, a las 5.30, comenzo la ceremonia con la que se inició oficialmente el pontificado del Papa Francisco, el argentino Jorge Bergoglio, que recibió antes de la misa el "anillo del pescador". La plaza San Pedro estaba colmada de fieles, muchos de ellos llegados de la Argentina –se veían muchas banderas celestes y blancas y hasta alguna de San Lorenzo–, y también se vivía con mucha emoción en el país. En la Catedral porteña hubo una vigilia que interrumpió el propio Papa con un llamado que realizó a las 3.30 para saludar a los fieles.
Antes del inicio de la ceremonia, Francisco recorrió la plaza San Pedro en un jeep descubierto e incluso se bajó y se acercó a saludar a un enfermo.
Previo a la misa tuvieron lugar los ritos específicos del inicio del ministerio petrino: imposición del palio de lana de corderos y ovejas con cruces rojas que lo identifican como arzobispo, la entrega del "anillo del pescador" y el rito de la "obediencia" que cumplen seis cardenales.
Francisco recibió la imposición del palio de parte del cardenal Protodiácono, Jean-Louis Tauran, el mismo que anunció el "habemus papam".
En tanto, la entrega de la sortija estuvo a cargo del cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio Cardenalicio. El anillo lleva la imagen de San Pedro, con las llaves del reino de Dios.
De la ceremonia participaron delegaciones oficiales de 130 países. La argentina la encabezó la presidenta Cristina Kirchner y también hay otros países latinoamericanos.
Justamente Cristina inauguró el desfile de jefes de Estado y delegaciones de distintos países que luego de la misa saludaron a Francisco.
La siguieron las autoridades de Italia: el presidente, Giorgio Napolitano, y el primer ministro, Mario Monti, el mandatario de Chile, Sebastián Piñera, y de Ecuador, Rafael Correa.
Otros jefes de estado que se acercaron a saludar a Francisco fueron Dilma Rousseff, de Brasil, Angela Merkel, de Alemania, y Mariano Rajoy, de España, entre otros.
Otra argentina, además de Cristina, saludó a Francisco: la futura reina de Holanda Máxima Sorreguieta.