Las embarazadas que tienen factor Rh negativo pueden desarrollar anemia en el feto o el recién nacido durante el embarazo o el parto. Conociendo esta característica con anterioridad estos cuadros pueden prevenirse mediante una inyección de gammaglobulina anti-D en la semana 28.

El factor Rh de la sangre de la madre está presente en el momento de la concepción y, en los casos en que este sea negativo, puede generar una incompatibilidad en la sangre llamada enfermedad hemolítica del feto o del recién nacido.

Se trata de un cuadro de anemia provocado por anticuerpos de origen materno dirigidos contra los glóbulos rojos del feto o neonato. Según las características del anticuerpo y de su capacidad para adherirse a diferentes partes de los glóbulos rojos, la severidad de esta enfermedad puede variar.

En el 50%, la afección es leve (o incluso a veces es detectable sólo con el estudio de rutina de todo recién nacido, de su grupo sanguíneo de sangre de cordón), en un 30% la intensidad es moderada y en un 20% es severa.

Durante la gestación existen diversos momentos en los que se puede producir un pasaje de la sangre del bebé a la corriente sanguínea de la madre Rh negativa, situación que determinaría el comienzo de la enfermedad. Esto suele suceder durante el parto, al desprenderse la placenta, pero también puede darse durante un aborto espontáneo o provocado, con una caída o durante un procedimiento de examen prenatal invasivo como la amniocentesis.

"El factor Rh es el nombre dado a una proteína de grupo sanguíneo, Rh (D) que está unida al glóbulo rojo. Algunas personas tienen esta proteína sobre sus glóbulos rojos y otros no. De cada 100 personas, aproximadamente 85 tendrán el factor Rh, su sangre será tipificada como Rh (D) positivo y 15 no tendrán el factor Rh, por lo que su sangre será tipificada como Rh (D) negativo", expresó Ana Pozzi, presidente del Comité Científico del XII Congreso Argentino de Medicina Transfusional que se realizará del 7 al 9 de octubre próximo en la ciudad de Córdoba.

En la reunión, destacados especialistas argentinos y extranjeros analizarán los últimos avances registrados en el diagnóstico y tratamiento, sin descuidar los criterios de prevención, un capítulo esencial en el abordaje de esta enfermedad.

Al respecto, Ana Pozzi, fue categórica: "Se puede disminuir la incidencia de esta incompatibilidad entre la sangre de la madre y el bebé insistiendo en las medidas de prevención, que consisten básicamente en la aplicación de gammaglobulina anti-D, un preparado que se realiza con plasma de donantes de sangre seleccionados".

Para reducir aún más la probabilidad de que se produzca esta enfermedad, los especialistas recomiendan que todas las embarazadas que sean factor Rh negativo reciban una inyección de gammaglobulina anti-D a las 28 semanas de gestación, como así también después del parto de un niño Rh (D) positivo.

También se aconseja la administración de una dosis de gammaglobulina anti-D luego de eventos sensibilizantes como un aborto espontáneo o una amniocentesis, entre otros que pueden propiciar el pasaje de sangre fetal a la circulación materna.

La enfermedad tiende a ser progresiva con cada nuevo hijo afectado, cada embarazo es un nuevo estímulo, por ello para disminuir su incidencia toda embarazada debe tener controles inmunohematológicos en su primer visita al obstetra, y como mínimo otro al séptimo mes de embarazo, tendientes a aconsejar al médico obstetra la implementación de la profilaxis en forma oportuna, concluyó Pozzi.

Fuente: Infobae