La inflación de julio fue de 3,1 por ciento y el acumulado en los primeros siete meses del año roza los 20 puntos, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).

En la comparación interanual -el registro de los últimos doce meses-, la suba de precios trepó a 31,2%.

Los bienes tuvieron una variación de 3,7%, mientras que los servicios tuvieron una variación de 2,1% con respecto al mes anterior.

Los sectores que más sufrieron el aumento de precios fueron: vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (47%); transporte (40,9%); comunicación (34%); educación (30,8%); alimentos y bebidas no alcohólicas (31%), y salud (29,6%).

Los productos que más aumentaron fueron el tomate redondo (38%); harina de trigo común (11,2%); aceite de girasol (9,1%), y algodón (6,4%).

En junio, la suba de precios oficial marcó un 3,7 por ciento, la más alta de los últimos dos años. En el primer semestre, ya había superado los 16 puntos y con los 3,1 llega a 19,6% en siete meses.

La medida complica la meta de 32% anual como máximo presentado por el gobierno nacional al Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según la consultora Ecolatina, "si la inflación cerrase julio en 2,5% mensual (0,6 menos del índice real conocido esta tarde), la suba de precios debería promediar 2,1% mensual en lo que resta de 2018 para no tener que acudir a la Junta Ejecutiva del FMI, lo que pasaría en caso de que el acumulado anual superase el 32%".