La inflación oficial, cuya forma de medir por parte del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) es investigada por la Justicia, fue en julio de 0,5 por ciento.

Con este Índice de Precios al Consumidor (IPC-Costo de Vida) el acumulado en lo que va del año en la zona de Capital y Gran Buenos Aires es de 4,4 por ciento, algo menos que lo registrado el año anterior; y muy por debajo de las estimaciones extraoficiales.

De hecho, algunas estimaciones privadas ubican la inflación anual cerca del 15 por ciento y los empleados “rebeldes” del Indec difundieron que el aumento de precios en el primer semestre fue de 9,1 por ciento.

Sin embargo, la cifra oficial para el mes que pasó fue de medio punto, impulsado por alzas del 2,2 por ciento en educación y 1,1 por ciento en transporte y vivienda.

El organismo informó además que el Índice de Precios Mayoristas avanzó 2,1 por ciento en julio y el Costo de la Construcción un 2,8 por ciento.

Además de la inflación, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec dio a conocer los nuevos datos de pobreza e indigencia. El organismo aseguró que una familia tipo –una pareja y dos hijos- necesitó en julio casi 930 pesos para no caer en la pobreza y 432 pesos para no ser indigente.

La Canasta Básica Alimentaria (mide la indigencia) de bienes alimentarios imprescindibles subió tres pesos, mientras que la Canasta Básica Total (mide pobreza) y suma a la anterior bienes y servicios imprescindibles creció algo más de seis pesos.

Aumentos, ¿dónde?

A pesar de las noticias de los últimos días que dieron cuenta de aumentos en lácteos, frutas y verduras, entre otros puntos, para el Indec la leche entera no varió su precio, mientras que la descremada aumentó 1,4 por ciento. La margarina se encareció 2,3 por ciento y la manteca 0,3 por ciento.

En quesos la variación más marcada se dio en el pate grass (3,7 por ciento), seguido por reggianito (1,7 por ciento) y cuartirolo (1,4 por ciento). El dulce de leche aumentó 1,8 por ciento y los huevos se mantuvieron son cambios. Pero en los supermercados describen subas mucho más pronunciadas, como quesos que valían 17 pesos el kilo y ahora se fueron a 27 pesos.

El pescado -uno de los productos que se publicita como sustituto de la carne- aumentó 1,7 por ciento en julio y desde enero su precio ya subió 25 por ciento. A su vez, el pollo aumentó 0,9 por ciento.

La carne mostró bajas en todos sus cortes, destacándose la reducción de 1,1 por ciento en el bife angosto.

Las frutas aumentaron 0,2 por ciento, con alzas en banana (7,1 por ciento) y manzana (2,4 por ciento) y bajas en limón (10,5 por ciento) y naranja (12,2 por ciento). Mientras que las ONG que defienden a los consumidores hablan de un promedio de 40 por ciento de aumento en frutas y verduras.