El gobierno de Bolivia está preparando planes para evacuar a los más de 90 mil habitantes de la ciudad de Trinidad si empeoran las condiciones tras unas devastadoras inundaciones, dijo anoche el presidente Evo Morales.

Las peores inundaciones que golpearon a Bolivia en 25 años aislaron Trinidad, localidad situada en el noreste del país, y provocaron la muerte a unas 35 personas. Las autoridades temen que las aguas sobrepasen el terraplen que bordea a la ciudad.

"Hemos instruido a las autoridades correspondientes hacer un plan para poder evacuar Trinidad, porque si el agua pasa la circunvalación toda Trinidad se inundaría, se lo llevaría", dijo Morales durante un viaje a la región de Cochabamba, de acuerdo a ABI, la agencia estatal de noticias.

Capital de la provincia de Beni, Trinidad está rodeada por una ruta que hace las veces de terraplen y protege a la ciudad de frecuentes inundaciones.

Los pobladores dicen que el nivel del agua está subiendo unos 5 centímetros por día y es sólo cuestión de tiempo hasta que las aguas desborden la contención.

Cientos de personas abandonaron ya sus hogares anegados y están viviendo ahora en tiendas de campaña en las afueras de Trinidad, mientras que otras buscaron refugio en iglesias y escuelas.

El gobierno dice que unos 350.000 bolivianos están sufriendo las duras consecuencias del clima provocadas por la corriente de El Niño, en el océano Pacífico.

Morales culpó por las inundaciones a las naciones industrializadas "que contaminan el medio ambiente y cambian el clima".

Las torrenciales lluvias afectaron también a la provincia oriental de Santa Cruz –centro agrícola del país– afectando a unas 200 mil hectáreas de cultivos, entre ellas 155 mil hectáreas con soja.

Bolivia está recibiendo ayuda enviada desde Estados Unidos, Italia, Venezuela, Perú y la Argentina. Pero la asistencia enviada se enfrenta con la escasez de aviones para su traslado y la destrucción de caminos para entregarla por vía terrestre.