"Hay cosas de antes de las que no quiero ni acordarme, quiero alejarme de todo lo que me recuerde a mi vida anterior". De esa manera le cerró la puerta a su pasado Nati, la joven cordobesa que fue operada para cambiar su sexo, tras recibir su nuevo DNI con nombre femenino.
A cuatro meses de la intervención que la transformó de varón a mujer, la menor de 17 años oriunda de Villa Dolores manifestó toda su felicidad al sentir que ahora se están cumpliendo sus “derechos como persona", según publica en su versión web el diario cordobés La voz del interior.
"Siento una alegría muy linda al tener un documento que diga de verdad quién soy. Ahora no tengo que andar aclarando nada cuando tengo que presentar mi DNI, siento que se están cumpliendo mis derechos como persona", dijo la joven.
El caso de Nati fue el primero en el que una persona menor de 18 años recibió una intervención de reasignación sexual en la Argentina, con consentimiento de la Justicia –la autorizó en septiembre pasado–, por padecer disforia de género, aunque continuará bajo seguimiento físico y psicológico hasta los 21 años.
"Hay cosas de antes de las que no quiero ni acordarme, quiero alejarme de todo lo que me recuerde a mi vida anterior", afirma la joven y da así una vuelta de página a su vida, que espera continuar en “una ciudad grande y estudiar”.
A cuatro meses de la intervención que la transformó de varón a mujer, la menor de 17 años oriunda de Villa Dolores manifestó toda su felicidad al sentir que ahora se están cumpliendo sus “derechos como persona", según publica en su versión web el diario cordobés La voz del interior.
"Siento una alegría muy linda al tener un documento que diga de verdad quién soy. Ahora no tengo que andar aclarando nada cuando tengo que presentar mi DNI, siento que se están cumpliendo mis derechos como persona", dijo la joven.
El caso de Nati fue el primero en el que una persona menor de 18 años recibió una intervención de reasignación sexual en la Argentina, con consentimiento de la Justicia –la autorizó en septiembre pasado–, por padecer disforia de género, aunque continuará bajo seguimiento físico y psicológico hasta los 21 años.
"Hay cosas de antes de las que no quiero ni acordarme, quiero alejarme de todo lo que me recuerde a mi vida anterior", afirma la joven y da así una vuelta de página a su vida, que espera continuar en “una ciudad grande y estudiar”.



