Este miércoles volvieron a reunirse en la secretaría de Trabajo de la provincia delegados de los trabajadores de La Serenísima en conflicto, con representantes de la empresa, a fin de acercar posiciones, pero no hubo acuerdo.

Los trabajadores insistieron en su reclamo de pasar del convenio de Empleados de Comercio, donde están incluidos hoy, al de la Industria Lechera. Mientras que La Serenísima ratificó su postura y se limitó a cuestionar la competencia de la Secretaría como mediadora del conflicto, por considerar que se trata de un asunto de encuadre gremial que le compete exclusivamente a la empresa.

A pesar de que el conflicto perdura y los trabajadores continuarán impidiendo la salida de camiones con leche del depósito ubicado en la zona norte de la ciudad, el resto de los productos (yogures, quesos, flanes y postres) volvieron el viernes a poblar las góndolas.

Es que los empleados llegaron la semana pasada a un acuerdo con la empresa Danone (una de las que maneja la marca La Serenísima), encargada de la elaboración de esos productos.

En cambio, no ocurrió lo mismo con las leches que elabora Mastellone, la otra empresa que maneja la marca La Serenísima, con quien los repositores mantienen la controversia.

Los Mastellone son los dueños originales de La Serenísima, pero hace tiempo vendieron al grupo francés Danone su línea de postres, quesos y yogures, más todos los productos Ser.

El secretario adjunto de Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), Ariel Chávez, dijo a Rosario3.com que se pasó a un nuevo cuarto intermedio hasta el lunes próximo y destacó la buena disposición de los repositores para dialogar, aunque la empresa sea tan inflexible en su postura.