Los cangrejos capturan los olores a través de las cerdas sensoriales de sus antenas. Las serpientes, pese a que tienen fosas nasales, huelen mejor mediante sus lenguas bífidas. Sin embargo, el olfato y el gusto generalmente trabajan juntos para permitir que los animales se desenvuelvan por el mundo. Y al parecer los humanos no están muy lejos de ello.

Un estudio publicado por Current Biology ya había demostrado que las células olfativas de las fosas nasales y las gustativas de la lengua interactúan en el cerebro para crear una imagen completa de lo que, por ejemplo, una persona se está preparando para comer o beber, según consignó Muy Interesante.

Lo que corroboró esta hipótesis fue que eliminando la corteza del gusto de los cerebros de las ratas, esto afectaba no solo la capacidad de los animales para percibir el gusto sino también a su sentido del olfato. En un nuevo trabajo, difundido por la revista Chemical Senses, los científicos utilizaron técnicas genéticas y bioquímicas para determinar si las papilas gustativas de los ratones podrían responder a las moléculas de olor.

De esta forma descubrieron que las papilas gustativas de ratón en realidad contenían receptores olfativos, y que lo mismo ocurría con las células del gusto humanas cultivadas. Además utilizaron una técnica científica llamada imagen de calcio para evaluar cómo las células gustativas cultivadas respondían a las moléculas de olor, lo que reveló que estas interactuaban con ellas de una manera muy similar a las células receptoras de olores normales.

Finalmente pudieron probar por primera vez que una célula del gusto puede contener receptores tanto para el olfato como para el gusto, lo que arrojaría luz sobre de qué manera se combinan el gusto y el olfato para alertarnos sobre la conveniencia de un alimento en particular.

"La presencia de receptores olfativos y receptores del gusto en la misma célula nos brindará oportunidades interesantes para estudiar las interacciones entre el olor y los estímulos del gusto en la lengua", explica Mehmet Hakan Ozdener, líder del trabajo.