Tras la reciente aprobación de la ley de muerte digna son muchos las dudas que se plantean en torno a su aplicación y hay, incluso, quienes temen que la normativa abra una ventana para quienes buscan practicar la eutanasia. ¿Cómo repercutirá en el sistema de salud de la ciudad la aplicación de esta iniciativa? ¿Cómo se trabaja hoy en la región con los enfermos terminales?

David Willems, responsable del departamento de Cuidados Paliativos dependiente de la Secretaría de Salud pública del municipio, evaluó como "buena" la iniciativa sancionada pero advirtió un hecho clave: la necesidad de que en la reglamentación se plantee un programa nacional destinado al cuidado de enfermos terminales en todos los niveles de atención, tanto en el sector público como el privado. "La ley de muerte digna falla si no incluye cuidados paliativos. No se puede dar el derecho a una persona sobre decidir respecto de su situación como enfermo terminal y después dejarlo solo, no plantearle cómo continúa su atención", puntualizó en diálogo con Rosario3.com. Advirtió que "si no hay un seguimiento del paciente y de su familia, habrá fallas".

El especialista aseguró que "donde hay cuidados paliativos no se pide eutanasia, porque ni los pacientes ni los familares la consideran". Planteó que la eutanasia aparece "cuando se sufre y nadie apoya al paciente ni su entorno". En este marco, resaltó que Rosario tiene mecanismos bien aceitados porque hace dos décadas que se trabaja en el tema. Graficó: "Desde que hay cuidados paliativos, los pacientes ya no mueren en terapia, sino en su habitación o en sus casas".

En cuanto a la ley que se acaba de aprobar, Willems sostuvo que "lejos de plantear la eutanasia, lo que establece la normativa es que el paciente en estado conciencia puede decidir a futuro y evitar el encarnizamiento terapéutico". En otras palabras, la eutanasia es adelantar el final mientras que lo que la ley propone es no prolongar la agonía.

"Hoy la tecnología permite sostener sitaciones más agresivas que la misma enfermedad", admitó el responsable del departamento de Cuidados Paliativos del municipio . "Respetar la decisión del paciente es un principio básico del cuidado paliativo", aclara. Lo que se busca evitar es el tratamiento desproporcionado, a la vez que se tratan los síntomas y el dolor en tanto no se afecte la calidad de vida del paciente.

"Hace casi veinte años que trabajabamos en el tema en Rosario, hubo una transición que impactó en los equipos de salud, ahora está más internalizado el tema. En los lugares donde no tengan desarrollados los cuidados paliativos será más complicada la aplicación de la normativa", evaluó. En su opinión, "el problema son los pueblos o lugares aislados" y el hecho de que no existe a nivel nacional un plan que fomete y coordine el desarrollo de los cuidados paliativos en todo el territorio argentino.

El sistema de salud rosarino trabaja en cuidados paliativos desde 1995. En 2001 se creó una unidad pediátrica dedicada al tema en el hospital Vilela. En 2007 se formalizó el trabajo en un departamento, que es el que dirige Willems. Hoy, hay equipos de médicas y enfermeras de cuidados paliativos en los hospitales Alberdi, Carrasco, Roque Sáenz Peña y además el de niños. Y hay atención ambulatoria a los pacientes en el Cemar. En total, cinco médicos y cuatro enfermeros que se reparten en la atención a adultos y niños en situación terminal.

Hay otros items a tener en cuenta. Santa Fe tiene una ley sobre ciudados paliativos (reglamentada en enero de 2010) que puede considerarse precursora de la normativa recientemente aprobada a nivel nacional sobre muerte digna. Y el Colegio de Médicos de Rosario fue el  primero en el país en reconocer la especialización en el tema (hoy hay cerca de 20 especialistas), algo que aún está evaluando el Ministerio de Salud nacional.

Pero incluso en la región, aún hay mucho por hacer. Hay un convenio de incipiente desarrollo entre el área municipal de salud y la provincial, con el Iapos, para extender la atención a pacientes terminales a toda Santa Fe. En el sector privado de salud, en la actualidad, los esfuerzos dependen de la inquietud de los médicos. Cuidados paliativos, además, no se incluye en la curricula de Medicina, solo hay cursos aislados de pregrado y posgrado. Y es aleatorio lo que sucede con las obras sociales, algunas de las cuales reconocen como prestación estos cuidados y otras no.

Willems es positivo. La sanción de la ley de muerte digna "no nos toma desprevenidos, sino armados y con proyectos en marcha", puntualiza. Y advierte que, lejos de lo que puede creerse, quienes se dedican a cuidados paliativos tienen una respuesta gratificante de los familiares y del mismo paciente: "Al paciente que llega sin dormir por dolor, lográs darle un descanso sin dolor. Y le permitís llegar tranquilo al final. Cuando nos cruzamos con allegados de algún paciente, incluso años después de haber trabajado con ellos, lo que tienen es un buen recuerdo, porque los apoyamos en un momento importante de sus vidas, les hicimos llegar al final en paz", concluye.