No sólo la Asociación Amigos del Riel rescata la importante función que cumplieron los troles en el sistema de transporte de la ciudad de Rosario.

Firmes, a pesar de muchos embates políticos y económicos que debieron soportar, sólo los coches de la línea K, lograron sobrevivir, aunque con cambio de manos, de colores y de recorridos

Al conmemorarse el 45º Aniversario de la creación de la línea K, la Sociedad del Estado Municipal para el Transporte Urbano de Rosario (Semtur), actual administradora del servicio, realizará diferentes actividades. El lunes 4 de diciembre se llevará a cabo una promoción sobre las unidades recorriendo Barrio Echesortu, las Cuatro Plazas y la Ciudad Universitaria. Allí se hará entrega a los interesados de folletería con una reseña histórica de esa línea de trolebuses.

También hará un museo móvil, en cada una de las unidades, consistente en una muestra de los modelos a través de la historia y del 7 al 30 de diciembre se presentará una muestra fotográfica documental en el hall central de la Estación Terminal de Ómnibus Mariano Moreno.

La K y su historia

Según un informe que realizó la Asociación Amigos del Riel, los trolebuses desembarcaron en Rosario en 1958. En junio de ese año arribaron dos unidades MAN usadas procedentes de Capital Federal para permitir que el día 19 de ese mes se inaugurara simbólicamente el servicio en un acto llevado a cabo en Plaza Sarmiento.

En tanto, el 3 de diciembre de 1961 se puso en funcionamiento la línea K, la única que queda en servicio en la actualidad, en un acto llevado a cabo en la intersección de Boulevard Avellaneda y Mendoza, con un recorrido que unía Necochea y Av.Pellegrini con Mendoza y Nicaragua. Su flota estuvo compuesta enteramente por unidades Fiat.

La línea K experimentó una fuerte demanda que llevó a poner en funcionamiento la línea L el 8 de enero de 1962, que hacía el recorrido entre avenida Pellegrini y Necochea hasta Avellaneda y Mendoza.

El servicio se mantuvo en todo su esplendor con mínimos inconvenientes hasta el 16 de setiembre de 1969, fecha en que como consecuencia del Segundo Rosariazo, se produjo la destrucción de 8 unidades Fiat y 3 MAN y daños de distinta consideración en 14 unidades más.

A raíz de estos sucesos cesó el servicio de la línea H y tan sólo las 32 unidades sobrevivientes cubren los servicios de las líneas K y M.

En 1989, la crisis energética del país provocó que la única línea existente, la "K" se conforme por trolebuses y unidades gasoleras aunque estas últimas se impusieron a los pocos troles que sobrevivían a las roturas. Martín Fierro intentó atenuar las falencias con un argumento ecológico, utilizar ómnibus propulsados a GNC.

A mediados de 1991 la Municipalidad de Rosario decretó la caducidad de la concesión de la línea K y habilitó a la empresa prestataria a seguir explotándola provisoriamente hasta que se termine un llamado a licitación y se adjudique al nuevo concesionario

La resolución del 2 de agosto de 1991, suscripta por el entonces Secretario de Servicios Públicos José León Garibay disponía los horarios en los cuales se cumplirá el servicio con trolebuses y se indicaba un mínimo de 6 coches que debían circular entre las 6 y 21. Los sábados circulaban 4 trolebuses, de 8 a 12 y de 16 a 20 y los domingos, sólo 4 unidades de 14 a 21.

En 1992 se llamó a licitación para adjudicar el servicio a un nuevo concesionario que operaría la línea K y rehabilitaría la M. El acto fue declarado desierto por decreto 132 del 6 de febrero de 1992. El 31 de diciembre de 1992 circulaban por última vez en una primera etapa los trolebuses en la línea K.

Tras un nuevo llamado a licitación, a fines de noviembre de 1992, se le otorgó la concesión a la U.T.E. (Unión Transitoria de Empresas) integrada por las firmas Capse S.A. (concesionaria del alumbrado público) y Molino Blanco S.R.L. Empresa de Transporte Automotor. El 11 de setiembre de 1993 arribaron a Rosario las dos primeras unidades adquiridas por la U.T.E. que pasó a denominarse Eco Bus

El 15 de julio de 2003 se habilitó un nuevo tramo de la línea K prolongando su recorrido a la intersección de Wilde y Mendoza

Pasada una década de prestación y tras la crisis del 2002 la empresa se presentó en convocatoria de acreedores y comienzaron a surgir problemas con los trabajadores por sumas adeudadas. Los conflictos sindicales sumados a la mala relación que la concesionaria tenía con el municipio fueron los disparadores para que en octubre de 2004 se dispusiera la caducidad de la concesión y el día 25 de ese mismo mes la línea K pasó a la órbita municipal a través de Semtur.

Así, siempre según la nota publicada en www.busesrosarinos.com.ar, en junio de 2005 se repararon íntegramente los coches y salieron a la calle con los colores de Semtur. Asimismo se reparó el interno 5 que víctima de un incendio estuvo 10 años fuera de servicio. La flota se recompuso y de 14 coches que había funcionando al tomar el servicio Semtur, pudieron ponerse en marcha los 20 que integran la totalidad.