La causa por la desaparición de Bruno Gentiletti, el chico de Las Rosas que el 2 de marzo del 97 fue visto por última vez en La Florida cuando tenía 8 años y había viajado con su familia a Rosario, podría cerrarse en marzo. Por eso, la madre, Marisa Olguín, reclama que se cambie la carátula de averiguación de paradero –que prescribe a los diez años– por la de desaparición, que permitiría seguir adelante con la investigación como, según la mujer, pasa con otros casos similares en otros lugares del país. No sólo eso, Olguín dice contar con una nueva punta, un nuevo dato, para reactivar la pesquisa.

Marisa Olguín viajó a Rosario este martes con la intención de entrevistarse con el juez de la causa, Edgardo Bistoletti, pero se encontró que estaba de licencia. La mujer está desesperada y es que los tiempos apremian: cinco meses le quedan para bregar que no se cierre la causa.

Por eso, según de dijo a Luis Novaresio en Radio 2, empezó gestiones en la Legislatura y ahora busca convencer al juez Bistoletti, con quien, admitió, no ha tenido en todos estos años una buena relación. Sin embargo, dijo que aspira a “llegarle al corazón” para que no se deje de investigar, algo que, insistió, no puede aceptar

Marisa dijo que sigue creyendo que Bruno está vivo y, en ese sentido, contó que cuenta con un “nuevo dato” que se excusó de revelar. “Tengo otro dato, no sé si el juez va a investigar”. Y consideró que este tiene más seriedad que otros anteriores que llegaron en forma anónima porque hay “un testigo que está dispuesto a declarar” en el propio juzgado.