El acelerador de partículas más grande y potente del mundo, apodado "la máquina de Dios" –su nombre es Gran Colisionador de Hadrones o LHC–, fue llevado hoy a un nivel jamás alcanzado de aceleración, informó la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en inglés).

"El LHC se convirtió hoy en el más potente acelerador de partículas, tras haber acelerado esta mañana dos ondas de protones a una energía de 1,18 TeV (teraelectronvoltios)", explicó en un comunicado el CERN, que explota el instrumento físico con el objetivo de revelar los secretos de la creación del universo. Hasta ahora, el récord era de uno de los competidores del CERN, el Fermilab de Chicago, que logró alcanzar una velocidad de 0,98 TeV en 2001.

El choque de protones en sentido opuesto permite que surjan partículas elementales jamás observadas y la recreación, en un instante, de las condiciones que había en el universo justo después del Big Bang, antes de que las partículas elementales se asociaran para formar núcleos de átomos.

La colosal máquina fue reactivada una semana atrás, más de un año después de su inauguración y posterior avería, cuando un grupo de físicos nucleares lanzó los haces de protones en el túnel circular de 27 kilómetros bajo la frontera suizo-francesa.

El 19 de noviembre de 2008, un fallo en el sistema de refrigeración había paralizado el acelerador subterráneo pocos días después de que entraran en funcionamiento dos imanes del aparato. Debido a ello, se había producido el escape de helio, necesario para la refrigeración del acelerador.

Por ello, la CERN ha seguido un minucioso plan de pasos paulatinos para reactivar la máquina a fin de evitar toda posible complicación, y muy pronto, probablemente en enero, iniciará su exploración de la composición de la materia a nivel infinitesimal y del universo.

El proceso de reparación se realizó en tres etapas. En la primera se sustituyeron 37 grandes imanes superconductores estropeados (de unos 15 metros de longitud cada uno) por otros nuevos, mientras que otros 16 que estaban poco dañados fueron arreglados.

La segunda parte de la operación consistió en la instalación de un nuevo sistema de vigilancia del funcionamiento del acelerador para evitar que se produzca otro incidente como el de septiembre pasado. En tnato, en la tercera parte se instalaron válvulas de presión extra para liberar el helio líquido refrigerante del acelerador de un modo controlado en caso de que se produzcan escapes.