​La mayor banda dedicada a realizar secuestros virtuales fue desbaratada este lunes por la madrugada, con la detención de 17 personas y el secuestro de dinero, autos, armas y otros elementos. Los apresados eran investigados hacía un año y podrían ser acusados de asociación ilícita, extorsión y tenencia ilegal de armamento. Son, aparentemente, miembros de una misma familia de origen gitano. El Ministerio Público de la Acusación y la Policía de Investigaciones creen tener pruebas sobre más de 120 casos para imputarles. Además, se comprobó que llegaban a realizar hasta 200 llamados por noche. 

El periodista Hernán Funes informó en Radiópolis (Radio 2) que la Policía de Investigaciones (PDI) y el Ministerio Público de la Acusación desarticularon la banda más importante de Rosario y la región en materia de secuestros virtuales.

La investigación que llevó un año derivó en 15 allanamientos en Rosario y Funes con 17 personas detenidas, de las cuales hay 15 varones y dos mujeres; algunos de los arrestados tienen antecedentes penales. Durante las intervenciones, se secuestraron 21 autos, varias armas, 3 millones de pesos entre efectivo, dólares y cheques, 56 celulares, y tablets, computadoras y equipos de música.

El fiscal Nicolás Foppiani dijo al mediodía, en conferencia de prensa, que se investiga si los detenidos son todos integrantes de una misma familia de la comunidad gitana. Actuaban por zonas, moviéndose continuamente. Contactaban a sus víctimas a través de teléfonos fijos y los engañaban y extorsionaban previo trabajo de inteligencia. 

Las cabecillas de la banda se instalaban en un lugar fijo, generalmente en la zona sur de la ciudad o en un departamento del macrocentro, y desde allí guiaban a otros sujetos que estaban en la calle cuando alguna persona caía en sus extorsiones y estaba por entregar dinero u objetos de valor.

Todos los arrestados cambiaban constantemente los celulares y tenían guías telefónicas físicas y digitales, con algunas certezas sobre a quién llamaban.

La investigación comenzó en abril del año pasado. Allí, dijo Foppiani, se comprobó que se llegaron a realizar hasta 200 llamadas por noche.

Cinco fiscales trabajan en el hecho desde las 4 de la mañana de este lunes, encabezados por Foppiani, de Investigación y Juicio. Para este miércoles está prevista la audiencia imputativa y los delitos por los que los acusan son asociación ilícita, extorsión y tenencia ilegal de armas de fuego. El Ministerio Público de la Acusación y la Policía de Investigaciones creen tener pruebas sobre más de 120 casos para imputarles.

Además, hay personas que están vinculadas como testaferros de muchos de los autos cero kilómetro que tiene la banda en su poder y que compraban objetos con el dinero recaudado en las operaciones.