Un equipo de científicos de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) ha observado que la microdermoabrasión no sólo incrementa los precursores del colágeno, también otros componentes asociados con la renovación celular. Por ejemplo, la citoqueratina 16 (con un papel importante en las heridas de las capas superficiales de la piel), los péptidos antimicrobianos (que luchan contra la infección) y las metaloproteinasas de la matriz (inactivan las enzimas que dañan la piel).

Esto es lo que hace que "la técnica mejore la apariencia de las arrugas, las marcas del acné, la despigmentación y otras señales del envejecimiento de la piel, gracias a la renovación celular que se produce", afirman los responsables del estudio.

La novedad está en que, hasta ahora, "se pensaba que este efecto (rejuvenecimiento facial) se debía a que la capa externa de la piel se había eliminado, pero también se debe a que estimula la producción de colágeno [responsable de la elasticidad de la piel]" explica María Teresa Gutiérrez Salmerón, médico adjunto de Dermatología del Hospital Clínico Universitario de Granada.

De hecho, los expertos de la investigación han descubierto que lo que se estimula con este procedimiento es la inducción del colágeno tipo I y III. "No todos los colágenos interesan. No es recomendable inducir el cicatricial, sí el regenerador", apostilla Concha Obregón, responsable de comunicación de la Junta directiva de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).

"Hemos demostrado que se trata de un proceso efectivo a la hora de promover la producción de colágeno y mejorar la apariencia de la piel madura, especialmente si son partículas gruesas", concluyen los investigadores.

Para llegar a estas conclusiones, Darius Karimipour y su equipo examinaron las muestras de biopsia antes y después de realizar la microdermoabrasión, una técnica que consiste en una especie de rodillo que da vueltas y va erosionando capa a capa la epidermis de la piel. Para ello, requiere la ayuda de unas partículas (llamadas microcristales) que pueden ser de distintos materiales. Las más utilizadas en la actualidad son las de óxido de aluminio y diamante.

En este estudio, participaron 40 adultos voluntarios cuyas edades comprendían entre los 50 y los 83 años. Todos se sometieron a la misma técnica con puntas de diamante, pero unos con partículas más gruesas (más agresivas) y otros más finas. "Teniendo en cuenta que en estos últimos no se registraron cambios moleculares, nuestras conclusiones se refieren sólo a la microdermoabrasión que se realiza con puntas de diamante de cierto tamaño".

En la actualidad, la microdermoabrasión se utiliza para mejorar el aspecto de la piel, suavizar arrugas finas, eliminar cicatrices superficiales del acné, como paso previo a un peeling (para duplicar el efecto).

Fuente: Diario Salud