La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad del sistema nervioso central que afecta a medio millón de personas en Estados Unidos y de la que se diagnostican 10.000 nuevos casos por año. "Este es el primer estudio que asocia la EM con la obesidad", dijo la doctora Kassandra L. Munger, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Boston.

Aunque no suele ser fatal, es una condición crónica impredecible sin cura conocida. Los síntomas -mareos, visión borrosa, alteración del habla, disfunción sexual, incontinencia, temblores, pérdida de la coordinación y debilidad- pueden ser muy discapacitantes durante un brote.

No es un mal común. Según Munger, las mujeres suelen tener una probabilidad en 100 de desarrollar EM en la vida, a diferencia de una probabilidad en ocho de tener cáncer mamario.

El equipo de Munger estudió a las participantes de los estudios Nurses´ Health Study y Nurses´ Health Study II, que duraron 40 años. Las participantes respondieron sobre el peso, la altura, el tamaño corporal, el tabaquismo, la actividad física y enfermedades. Entre las más de 200.000 participantes, se diagnosticaron 593 casos de EM.

El estudio no halló una relación entre el riesgo de desarrollar EM y una masa corporal grande entre los 5 y 10 años de edad y en la edad adulta. Pero la obesidad a los 18 años estuvo asociada con más del doble de aumento del riesgo de tener EM, mientras que un tamaño corporal grande a los 20 estuvo relacionado con un 96 por ciento más riesgo de padecer la condición.

Los resultados, publicados en la revista Neurology, resaltan la amenaza de la obesidad, dijo Munger. "Tenemos otra enfermedad asociada", añadió.

Los datos aportan también otro motivo para promover el peso saludable en los jóvenes. "La prevención de la obesidad adolescente reduciría el riesgo de desarrollar EM", concluyeron los autores, que advirtieron sobre las limitaciones del estudio: nuevas investigaciones deben validar los resultados, que son sólo aplicables a las mujeres blancas.

"No existen motivos para creer que los mecanismos biológicos serían distintos" en los varones, dijo Munger, pero eso no se puede decir de las demás etnias. Es posible que alguna protección genética en los afroamericanos y los asiáticos, que tienen una incidencia menor de EM, sea "más fuerte que la obesidad en el nivel de riesgo".

El peso no es el factor de riesgo más importante de la EM, precisó la autora. Los tres principales son de origen ambiental: infección con el virus de Epstein-Barr, deficiencia de vitamina D y tabaquismo.

Fuente: Medline Plus