La panadería de Salta 2100 reabrió sus puertas y vendió todo

Volver a empezar. El 6 de agosto, cuando una explosión sumió a la ciudad en la más profunda tristeza, Griselda atendía su panadería. Ocupada entre un cliente y otro, ese martes a la mañana el ruido casi la dejó sorda. Su local estaba en el epicentro mismo de la tragedia: en Salta 2105. Este martes, después de más de un mes reabrió sus puertas. Pero apenas una hora después, se deshizo de casi todas las facturas: vecinos y transeúntes que pasaban por la zona se acercaron para comprar algo con qué acompañar el café de la mañana y de paso darle un mano a Griselda.

Desde el estudio de Radio 2, el conductor de Radiópolis Roberto Caferra planteó el objetivo: “Ayudemos a Griselda en su comienzo”. Conmovidos por la historia de la panadería Los Nietos, los rosarinos demostraron una vez más su solidaridad y en cuestión de minutos las bandejas de facturas quedaron vacías.

Como Griselda, otros comercios de la cuadra, los más próximos al edificio siniestrado, se aprestaban esta semana a comenzar de nuevo. Algunos dudaban si continuar allí o trasladarse, pero la mayoría optó por quedarse y emprender la dura tarea de reactivar el barrio, como el negocio de ropa para bebés, Reina Batata, y la regalería, Ambar. Los propietarios de ambos comercios piensan estar listos para el viernes.