Lejos de polemizar por el traspaso de María del Carmen Alarcón del gobierno provincial al nacional, la administración binnerista destacó este jueves la labor realizada por la funcionaria durante su cargo en el Ministerio de la Producción santafesino. Y aseguró que de ningún modo ve que que exista una traición con la asunción de la dirigente de Pampa Sur al frente de la flamante Secretaría de Integración Nacional, creada por el kirchnerismo en base a un proyecto suyo.

El ministro de Gobierno de la provincia, Antonio Bonfatti –que dijo enterarse del pase a través de los diarios–, reconoció que la decisión de Alarcón lo tomó por sorpresa pero no la considera un desplante.

“Ella no llegó –al gabinete provincial– por el voto popular, sino por una designación. No se puede hablar de traición, ya somos grandes y cada uno sabe lo que hace. La traición es otra cosa”, analizó el funcionario en Radio 2.

En ese sentido, el ministro recordó que, en su momento, Alarcón “se acercó con su grupo y sus proyectos, y por sus relaciones con gobernadores de la región y dirigentes del Mercosur, se le asignó esa función” en el puesto de secretaria de Integración Regional del Ministerio de la Producción de Santa Fe.

Además, Bonfatti resaltó el trabajo realizado por la dirigente al señalar que fue “muy eficiente” en su función. Apuntó que “se desempeñó muy bien; hay que destacar que tejió numerosos lazos y convenios” con los estados de Brasil y Paraguay a través de exposiciones rurales, el paño que Alarcón mejor maneja.

“Conoce muy bien el tema del campo”, ahondó el funcionario provincial, aunque puso en duda que en el gobierno nacional la ex diputada pueda trabajar con plenitud. “Humildemente, lo que pongo en tela de juicio es si va a poder demostrar su toda capacidad y tener la autoridad para tomar decisiones”, expresó.