El ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, aseguró que el gobierno provincial analiza la posibilidad de pedir una orden judicial de desalojo "como último recurso" para liberar el tránsito en la ciudad ante la multiplicación de piquetes por parte de los damnificados por la tormenta de granizo de la semana pasada. El funcionario explicó a la corresponsal de Radio 2 en Santa Fe, Ivana Fux, que ese punto fue debatido con el gobernador Jorge Obeid en una reunión mantenida este jueves al mediodía, pero que antes de llegar a esa instancia se quemarán los pasos previos de negociación y diálogo.

“Vamos a agotar todos los caminos de disuasión”, expresó Rosúa por la tarde en el programa De tarde en tarde, por Radio 2, insistiendo de esta forma que se descarta totalmente de plano cualquier tipo de represión contra los bloqueos.

Por el momento, el ministro envió a la calle a "negociadores de la policía" para que intenten a través del diálogo que este mismo jueves se levanten todos los cortes para amanecer este viernes con la ciudad libre de piquetes. El funcionario, quien fue entrevistado más temprano en Diez Puntos, sostuvo que los reclamos por la tormenta ya fueron atendidos "prácticamente todos" y que por lo tanto la provincia envió "gente a cotejar si los pedidos" de chapas que siguen en los piquetes en pie "responden a necesidades reales".

En esa misma línea, la vicegobernador María Eugenia Bielsa criticó los cortes de calles pero defendió la política oficial de no represión de los mismos, al tiempo que aseguró que en los piquetes el reclamo siempre fue por vivienda, no por alimentos. Bielsa dijo, en declaraciones al programa Tempranísimo, de Radio 2, que hay "otras formas de protesta" alternativas al corte de calle que no perjudican tanto a terceros, pero a los que piden represión les contestó que eso derivaría en "algo peor".

La vicegobernadora dejó en claro que entre las 10 mil personas relevadas porque sus hogares resultaron afectados por la tormenta no se registraron déficits alimentarios ni reclamos de bolsones –lo cual generó "satisfacción" en la provincia– y que ese tipo de atención se concentró en los lugares donde hubo evacuados.

Por su parte, el secretario de Promoción Social de la Municipalidad, Pedro Pavicich, insistió en que prácticamente ya están atendidos todos los reclamos vinculados con la tomenta y que la persistencia de la protesta social tiene que ver con otros problemas vinculados a la pobreza que "habrá que discutir" cuando pase la actual emergencia.

Mientras, la Municipalidad busca agilizar tanto la asistencia a los sectores carenciados, hoy escenario de los piquetes, como las tareas necesarias en otras áreas de la ciudad –incluidos edificios municipales– afectadas por la pedrea del miércoles de la semana pasada, y para ello presentó un proyecto en el Concejo para que se le permita por 30 día realizar compra directa –es decir sin concurso de precios ni licitaciones– de bienes y servicios para paliar los efectos del temporal por un monto de 2.500.000 pesos.

Este jueves a la mañana volvieron a rearmarse varios piquetes en zonas donde aún se espera la ayuda: había cortes en Circunvalación y Ovidio Lagos, 27 de Febrero y Castellanos, Provincias Unidas y avenida Perón, Felipe Moré y avenida Perón, Circunvalación y Perón, Cerrito y Circunvalación, Avellaneda y Garay, y Ovidio Lagos al 9000, en la zona de Puente Gallego.

Eso a pesar de que, a una semana del temporal, la evaluación hecha por el comité de crisis (integrado por la Municipalidad, el gobierno provincial y la Nación) es positiva, ya que se relevó casi al ciento por ciento de la población más necesitada afectada por la tormenta y, en la mayoría de los casos, también se entregaron los materiales de construcción requeridos.

Pero, lejos de descomprimirse, la ciudad presenta algunos focos puntuales de tensión en aquellos barrios donde algunas familias no terminaron de recibir lo prometido (en su mayoría chapas, plástico y colchones).

Pasadas las 19.30, había en la ciudad al menos seis piquetes, tres de ellos sobre Circunvalación (en Avellaneda, en Lagos y en Uriburu), uno en Avellaneda y 27 de Febrero, otro en Lagos al 9.000 y un sexto en la autopista a Córdoba (Pellegrini) a la altura del puente peatonal. Por otro lado, a las 15.45 un nuevo corte fue desarmado, en este caso el de Oroño y Batle y Ordoñez.