Especialistas de la Universidad Linköping de Suecia han comprobado, en un estudio realizado con 60 mujeres menopáusicas, que la relajación aplicada es un método que permite reducir a la mitad los desagradables síntomas de la menopausia, como los sofocos o la sudoración.
Los resultados obtenidos suponen que existe una alternativa al tratamiento de estos síntomas con estrógenos que, aunque eficaces, aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama.
En general, se sabe que siete de cada diez mujeres sufren, durante el proceso de la menopausia, problemas puntuales, como sofocos o sudoración. Para una de cada diez mujeres, estos problemas pueden durar cinco o más años o más, lo que ocasiona malestar en situaciones sociales e insomnio.
No se conoce la causa de estos efectos producidos por la menopausia, pero sí que la reducción de la cantidad de una hormona femenina denominada estrógeno – uno de los procesos típicos de la menopausia - afecta al centro cerebral de la regulación del calor.
La medicación con estrógenos ha demostrado contrarrestar esta circunstancia. Por eso, a finales de la década de los 90, los médicos suecos recetaban pastillas hormonales a alrededor del 40% de las mujeres con síntomas menopáusicos entre moderados y severos.
Pero, dado que análisis recientes han demostrado que este tipo de tratamiento aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama y enfermedades cardiovasculares, su uso ha disminuido drásticamente. Hoy en día, el número de mujeres con problemas de la menopausia que reciben estrógenos se ha reducido a un 10%.
Esta situación ha provocado un creciente interés por formas alternativas de tratamiento. En este marco de necesidad de búsqueda de soluciones, la investigadora Elizabeth Nedstrand estudió a un grupo de mujeres a las que se les asignaron al azar tres tratamientos diferentes, además de los estrógenos: acupuntura, ejercicio y relajación aplicada- un método basado en terapia cognitivo-conductual desarrollado por el psicólogo Lars-Göran Öst -, informa la Universidad de Linköping en un comunicado.
Los resultados obtenidos en el caso de la relajación fueron tan interesantes, que en 2007 se inició un segundo estudio más amplio en torno a los efectos de la relajación aplicada en los síntomas de la menopausia.
En él, 60 mujeres que habían acudido al médico por sufrir síntomas menopaúsicos entre moderados y graves (es decir, que sufrían síntomas de este tipo al menos 50 veces por semana), pero por lo demás estaban completamente sanas, fueron distribuidas aleatoriamente en dos grupos: uno de ellos fue sometido a diez sesiones de terapia de grupo y el otro no recibió tratamiento alguno.
Los resultados han sido publicados por Nedstrand y Lotta Lindh-Astrand en la revista especializada Menopause. La propia Nedstrand dirigió esta terapia, basada en aprender a encontrar los grupos de músculos del propio cuerpo y a relajarse con ayuda de técnicas de respiración.
Fuente: Tendencias 21
Los resultados obtenidos suponen que existe una alternativa al tratamiento de estos síntomas con estrógenos que, aunque eficaces, aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama.
En general, se sabe que siete de cada diez mujeres sufren, durante el proceso de la menopausia, problemas puntuales, como sofocos o sudoración. Para una de cada diez mujeres, estos problemas pueden durar cinco o más años o más, lo que ocasiona malestar en situaciones sociales e insomnio.
No se conoce la causa de estos efectos producidos por la menopausia, pero sí que la reducción de la cantidad de una hormona femenina denominada estrógeno – uno de los procesos típicos de la menopausia - afecta al centro cerebral de la regulación del calor.
La medicación con estrógenos ha demostrado contrarrestar esta circunstancia. Por eso, a finales de la década de los 90, los médicos suecos recetaban pastillas hormonales a alrededor del 40% de las mujeres con síntomas menopáusicos entre moderados y severos.
Pero, dado que análisis recientes han demostrado que este tipo de tratamiento aumenta el riesgo de padecer cáncer de mama y enfermedades cardiovasculares, su uso ha disminuido drásticamente. Hoy en día, el número de mujeres con problemas de la menopausia que reciben estrógenos se ha reducido a un 10%.
Esta situación ha provocado un creciente interés por formas alternativas de tratamiento. En este marco de necesidad de búsqueda de soluciones, la investigadora Elizabeth Nedstrand estudió a un grupo de mujeres a las que se les asignaron al azar tres tratamientos diferentes, además de los estrógenos: acupuntura, ejercicio y relajación aplicada- un método basado en terapia cognitivo-conductual desarrollado por el psicólogo Lars-Göran Öst -, informa la Universidad de Linköping en un comunicado.
Los resultados obtenidos en el caso de la relajación fueron tan interesantes, que en 2007 se inició un segundo estudio más amplio en torno a los efectos de la relajación aplicada en los síntomas de la menopausia.
En él, 60 mujeres que habían acudido al médico por sufrir síntomas menopaúsicos entre moderados y graves (es decir, que sufrían síntomas de este tipo al menos 50 veces por semana), pero por lo demás estaban completamente sanas, fueron distribuidas aleatoriamente en dos grupos: uno de ellos fue sometido a diez sesiones de terapia de grupo y el otro no recibió tratamiento alguno.
Los resultados han sido publicados por Nedstrand y Lotta Lindh-Astrand en la revista especializada Menopause. La propia Nedstrand dirigió esta terapia, basada en aprender a encontrar los grupos de músculos del propio cuerpo y a relajarse con ayuda de técnicas de respiración.
Fuente: Tendencias 21