El video de una joven que busca un donante de semen en China revolucionó las redes sociales y reabrió el debate sobre la necesidad de modificar la ley que prohíbe la fecundación in vitro de mujeres que no están casadas en ese país, que no reconoce las uniones entre personas del mismo género.

"Busco donante de semen", dice Alan (nombre ficticio), de 27 años, en el post que se volvió viral. Ella quiere someterse a un tratamiento de reproducción asistida, pero incumple el requisito de estar casada.

Es que los tratamientos de reproducción humana asistida siguen siendo inalcanzables en el país asiático para las mujeres que conviven en pareja, las solteras o las lesbianas.

"Sin embargo, los hombres pueden congelar su esperma sin certificado de matrimonio. Es injusto", critica en una entrevista con Efe esa joven psicóloga residente en Jiangsu (este), que llevó su lucha incluso a la Asamblea Nacional Popular (ANP), el máximo órgano legislativo chino, en declaraciones que reproduce la agencia Télam.

Recientemente, la joven envió cartas a varios miembros de la ANP para que en su próxima sesión de marzo aborden ese debate y "reconozcan el derecho de las mujeres que, sin casarse, quieran tener un bebé".

Según un reglamento sobre Tecnología de Reproducción Asistida emitido por la Comisión Nacional de Sanidad, el uso de óvulos congelados y métodos de reproducción asistida queda prohibido en China a quienes no proporcionen un certificado de matrimonio.

Solo existe una excepción en el país, concretamente en la provincia de Jilin (noreste), donde en 2002 dos profesoras solteras que querían someterse a un tratamiento de ese tipo llevaron su caso a los tribunales, y ganaron.

"Pensé en ir al extranjero para hacerme el tratamiento o congelar mis óvulos, pero es muy caro y no puedo", confiesa Alan, que forma parte de una red de mujeres que luchan para que "se reconozcan los derechos reproductivos a todo tipo de familias".

Según informa la agencia EFE, cada vez son más las jóvenes lesbianas o solteras chinas que se decantan por someterse a estos tratamientos en otros países como Malasia, Singapur o Tailandia, donde sí está permitido.

Pese a que el Gobierno chino se esfuerza por combatir la caída del número de nacimientos tras acabar en 2016 con su política del "hijo único", expertos citados por medios oficiales "no ven probable" que en los próximos cinco años se otorguen derechos reproductivos a las mujeres que no estén casadas.