Y salieron. La sequía en Córdoba obligó a la comisaría de Salsipuedes, una pequeña localidad de la sierra chica a 30 kilómetros de la capital, a liberar a los internos porque no tienen agua para darles. La situación es tan crítica que las autoridades dispusieron multas de hasta 11.000 pesos a quienes derrochen este recurso.

Según publicó este miércoles el diario La Nación, en la localidad de Salsipuedes, donde el 60% de la población no tiene agua, se dispuso además un operativo de custodia con policías a los camiones repartidores de agua.

La fuerza policial procura evitar ataques o saqueos, luego de que el intendente municipal denunciara anteayer que hubo agresiones verbales y físicas entre los vecinos y también hacia los camioneros.

En Córdoba Capital la situación también empeora. El Ente Regulador de Servicios Públicos (Ersep) anunció que desde mañana entrará en vigencia un drástico plan para limitar el consumo de agua en sectores residenciales de la ciudad y generar "hábitos de no derroche" en la población.

Y para colmo de males, no hay expectativa de lluvias inmediatas. Al contrario, la sequía avanza en Río Ceballos, Mendiolaza y Unquillo, que padecen cortes del suministro.

Mientras tanto, en las comunas de Villa La Bolsa, Villa Anisacate y Valle de Anisacate -próximas a Alta Gracia- se produjeron imprevistas interrupciones del suministro porque la cooperativa de agua tuvo que hacer obras de urgencia en la toma del río, cuyo caudal está muy bajo.

La crisis hídrica repercute también con crudeza en Villa Carlos Paz, la primera en declarar la alerta roja. Un panorama similar se registra a lo largo de todo el circuito turístico del Valle de Punilla. En Cosquín tuvieron que apelar días atrás a cargar el agua cruda del río, porque la que ingresa a la planta de purificación es ínfima.

Una buena: se apagaron los incendios que durante seis días consumieron cerca de 30.000 hectáreas de forestación en los límites de los departamentos de Punilla e Ischilín.

Otras provincias con la “seca”

La escasez de agua llegó a San Luis donde ya rige desde anteayer y por 90 días la emergencia hídrica. Todos los organismos del Estado en San Luis deberán colaborar con la autoridad de aplicación para ahorrar agua. Según se afirmó oficialmente, la medida responde a que los niveles de los diques en San Luis continúan en baja, no hay pronóstico de lluvias y la escasez produjo la aparición de casos de diarrea en tres barrios de la ciudad capital.

En La Pampa, la ciudad de Realicó fue la primera localidad de esa provincia en declarar la emergencia hídrica. Los concejales prohibieron el regado de plantas, el lavado de autos con mangueras y el llenado de piletas con agua potable. Además, pidieron al gobernador Oscar Jorge que construyera un nuevo acueducto para abastecerse a través de un nuevo acuífero cercano. La localidad , según señalaron, debe abastecerse de un acuífero que está sobreexplotado.