A poco de cumplirse el segundo aniversario de la tragedia de calle Salta el próximo 6 de agosto, la Fiscalía y la querella solicitaron a la jueza Irma Patricia Bilotta que gire el caso a un juzgado de sentencia. Concluida la etapa de instrucción, el inicio del juicio sería inminente y podría concluir en penas de prisión para algunos o todos los procesados por la explosión que ocasionó 22 muertes. Este miércoles vence el plazo para la presentación de acusaciones de víctimas de daños materiales.

En diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, la fiscal Graciela Argüelles señaló que la etapa de instrucción terminó, lo que significa que es momento de remitir el expediente a un juzgado de sentencia para avanzar con el juicio que será escrito y que podría demorar no menos de seis meses.

La fiscal precisó que hasta ahora hay familiares de cinco víctimas fatales que formularon sus acusaciones pero no descartaba que este miércoles se presentasen otros más. Recordó que hay diez procesados, el gasista y su ayudante, cinco empleados de Litoral Gas y tres miembros del consorcio de Salta 2141. En tal sentido, destacó como “inédito que se hable de la probable responsabilidad penal de los administradores de un consorcio”.

Sobre el estado de libertad de los procesados, aclaró que todos están acusados por un delito culposo, que no exige prisión, al menos durante el proceso; y además ninguno supone peligro de fuga. Reconoció, sin embargo, que una vez dictada la condena se podría solicitar su ejecución inmediata.

Finalmente resaltó el acompañamiento de los familiares en cada paso de este proceso y aseguró que desde la Fiscalía se trabajó sin presiones y con mucha responsabilidad para llegar a este momento.

La trágica explosión se registró el 6 de agosto de 2013 por la mañana cuando gasista y su asistente arreglaban un desperfecto en el complejo de Salta 2141, contratados por la administración del consorcio. Durante los trabajos se produjo una importante pérdida de gas que se expandió dentro y fuera del edificio, y provocó el estallido que derrumbó el bloque central y destrozó gran parte de las dos torres adyacentes, a la vez que dañó viviendas en un radio de 200 metros. Lo ocurrido se cobró la vida de 22 personas, sus rostros, nombres y apellidos están escritos ahora en el paredón que separa la vereda del espacio vacío que dejaron las torres. 

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Graciela Argüelles (Radio 2)