Una nueva investigación prueba que la variabilidad genética de los embriones predispone a tumores en la edad adulta. Estos resultados refuerzan la creciente teoría de que algunos tipos de cáncer pueden tener un origen muy temprano y aparecer ya durante el desarrollo embrionario del organismo.

El estudio, dirigido por Christian Hafner, de la Universidad de Regensburg (Alemania), ofrece nuevas claves para entender las causas genéticas de algunos tipos de cáncer, su prevención y tratamiento.

Los autores, entre los que se encuentra Francisco X. Real, investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), han realizado un estudio genético exhaustivo de 67 pacientes con varias lesiones congénitas de la piel que desarrollan tumores (nevus sebáceos, NS). También han estudiado el síndrome de Schimmelpening (SS), que afecta también otros tejidos, como el cerebro o el ojo.

Biopsias de las lesiones de estos pacientes han mostrado por primera vez mutaciones en los genes de la familia RAS (97% en los casos de NS y 100% en SS), que codifican proteínas muy importantes en el control de la división celular.

Sin embargo, el análisis de tejidos que no contienen lesiones, como células de la mucosa de la boca o leucocitos sanguíneos, presentaron una secuencia normal en estos genes. Además, todos los pacientes que desarrollaron tumores presentaron también mosaicismo (alteración genética en la que coexisten en un mismo individuo dos o más poblaciones de células con distinto genotipo).

Estos resultados, junto con estudios previos liderados por el grupo del CNIO, demuestran que estas mutaciones, presentes exclusivamente en las células de la piel afectada y originadas durante el desarrollo del embrión, al tratarse de enfermedades congénitas, son la causa genética de estas anomalías y predisponen a la formación de tumores.

Cuando una célula se divide genera dos células idénticas, con su mismo material genético y mismas características. Durante el desarrollo embrionario, pueden producirse mutaciones genéticas –alteraciones en los genes- que pasan a las células hijas como consecuencia de la división celular, y se genera un individuo cuyas células difieren al nivel genético.

Durante mucho tiempo se ha sospechado que el mosaicismo podría asociarse a diversos tipos de cáncer, aunque la comunidad científica tiene muy pocos datos sobre las alteraciones genéticas que lo provocan.

Fuente: SINC – Servicio de Información y Noticias de la Ciencia