La victoria de Cristina Kirchner en las elecciones de este domingo fue amplia. Aunque no llegó a porcentajes tan altos como Fernando de la Rúa en 1999, Carlos Menem en en el 95 y el 89 y Raúl Alfonsín en el 83 –más cerca o incluso más que el 50 por ciento–, la diferencia que le sacó a su más inmediata seguidora, Elisa Carrió, hizo que la victoria fuera cómoda.
Ya con los datos casi finales del escrutinio, fueron 22 los puntos de ventaja –44,8 por ciento a 22,9– de Cristina sobre Lilita, quien se consagró segunda y ratificó de esta manera a la Coalición Cívica como principal fuerza opositora a nivel nacional.
Mientras aún resuenan los ecos de los festejos, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguró esta mañana que "de ningún modo" se plantea la posibilidad de un hipotético "doble comando" en la conducción del gobierno nacional una vez que asuma la primer dama. "Quien conoce a la pareja, al matrimonio, sabe que aunque ellos conversan todo, conocen perfectamente el rol que tiene que tener" cada uno, dijo Fernández, por lo que estimó que "ese riesgo no lo veo de ningún modo".
Consultado sobre si el tono moderado del discurso de la presidenta electa de anoche será marcará la modalidad de su administración, respondió a radio América que Cristina de Kirchner "entiende al diálogo como una constante" y "conoce muy bien que las cosas se hacen por consenso". Fernández señaló hoy "los argentinos han elegido a una mujer caracterizada por su enorme capacidad, su inteligencia y su honestidad" y remarcó que "hemos elegido al mejor candidato que teníamos".
"Estoy seguro que vamos a tener una primer presidenta mujer que nos va a llenar de orgullo a los argentinos", sostuvo el ministro, que añadió: "Los argentinos cuando votaron, han acompañado la gestión, han avalado la gestión". "Tengo la íntima satisfacción de sentir que estos cuatro años de gestión que hemos acompañado a Néstor Kirchner son cuatro años que han sido reconocidos por el mayor número de argentinos", remarcó el funcionario en declaraciones a Radio América.
La continuidad tiene cara de mujer
Cristina Kirchner subió al escenario con la convicción de quien está haciendo historia. Y vivió con intensidad el momento soñado: con el triunfo en primera vuelta en las elecciones de este domingo ya no es la primera dama sino la primera mujer que es electa presidente en la historia de la Argentina. Su discurso fue conciliador, nada confrontativo: llamó a la unidad nacional, dijo que convoca incluso a los que la agraviaron y se emocionó sobre el final, cuando hizo un reconocimiento a su marido, el presidente saliente, Néstor Kirchner, el otro gran protagonista de la noche.
Eran cerca de las 22 cuando la presidenta electa salió a hablar al público que se congregó frente al Hotel Intercontinental de Buenos Aires, donde se montó el búnker kirchnerista. No mucho antes los primeros datos oficiales del escrutinio –que se desarrolló con una lentitud que dio lugar a sospechas y denuncias– confirmaban lo que ya anticipaban, desde las 19, las encuestas en boca de urna: que la diferencia entre la candidata oficialista con quienes la seguían era lo suficientemente amplia como para evitar el ballottage.
Aunque no llegó al 46 por ciento de los pronósticos que se conocieron después del cierre de las mesas, la victoria de la primera dama fue amplia: escrutado el 96,13 por ciento de las mesas, Cristina obtiene el 44,8 por ciento de los votos, contra el 23 de Carrió y el 16,9 de Roberto Lavagna. Lilita demoró hasta la 1.40 para admitir el triunfo de Cristina, luego de que a la medianoche cuestionó la transparencia del escrutinio.
Para la victoria de Cristina fue fundamental la cosecha de votos de Daniel Scioli en provincia de Buenos Aires, donde el candidato a gobernador oficialista obtenía más del 50 por ciento de los votos. Mientras, la primera dama arrasó en el norte y en el sur del país. En Santa Cruz, a pesar de las protestas kirchneristas que se sucedieron durante todo el año, la candidata K obtenía el 75 por ciento de los votos.
En el festejo en el Hotel Intercontinental hubo un claro reconocimiento al vicepresidente: subió junto con su esposa Karina Rabollini apenas después del matrimonio presidencial, antes incluso de quien fue electo para sucederlo en su actual cargo, el mendocino Julio Cobos.
La ventaja kirchnerista en provincia de Buenos Aires le quitó peso a la excelente elección que hizo en Capital Federal y Rosario –también en Santa Fe– Elisa Carrió y la atomización de la oposición también la ayudó: en el otro centro urbano de gran peso, Córdoba, el ganador fue Roberto Lavagna.
Mientras, en el cuarto lugar quedó Alberto Rodríguez Saá, que arrasó en San Luis y con un 7,72 por ciento a nivel nacional pudo retener parte del voto tradicional del peronismo y fue muy pobre la elección de Ricardo López Murphy, que estaba abajo incluso de Jorge Sobisch y Fernando Pino Solanas.