Estudios dirigidos por científicos españoles han comprobado que la vitamina D es un potente y complejo regulador de la expresión de los genes. En concreto, las investigaciones han revelado que esta vitamina regula directamente la velocidad con que se transcriben muchos genes a ácido ribonucleico (ARN) y, por otra, que regula diversas histonas demetilasas que ejercen un control epigenético sobre un elevado número de genes. La combinación de ambos efectos hace de la Vitamina D un potente y complejo regulador a distintos niveles de nuestro genoma

La vitamina D, uno de los principales reguladores de la expresión génica en el organismo humano, es también un potente regulador epigenético.

Así lo confirma el grupo de los doctores Alberto Muñoz y María Jesús Larriba, del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols (centro mixto UAM-CSIC), en sendos artículos publicados en las revistas "Cell Cycle" y "Human Molecular Genetics".

La epigenética se refiere al control de la expresión de nuestros genes mediante la modificación química del ácido desoxirribonucleico (ADN) o de las proteínas que se unen a él (histonas).

El conjunto de ambas moléculas, ADN e histonas, componen el material que forma los cromosomas y que constituye los genes que determinan nuestra fisiología, nuestra susceptibilidad a enfermedades y, en definitiva, nuestra individualidad y nuestra vida.

La principal novedad de los trabajos publicados radica en el descubrimiento de que el calcitriol (derivado activo de la Vitamina D) regula la expresión de varios genes que codifican unas enzimas denominadas histonas demetilasas, cuya función es modificar aminoácidos específicos de ciertas histonas que juegan un papel clave en la regulación epigenética de la expresión de muchos genes.

De esta manera, se comprueba que la vitamina D ejerce una doble función en el control de la expresión del genoma: por una parte, regula directamente la velocidad con que se transcriben muchos genes a ácido ribonucleico (ARN) a través de la activación de su receptor VDR; y por otra, regula diversas histonas demetilasas que ejercen un control epigenético sobre un elevado número de genes. La combinación de ambos efectos hace de la Vitamina D un potente y complejo regulador a distintos niveles de nuestro genoma.

Fuente: Tendencias 21