Trabajando en colaboración con investigadores de la Medical School de Brighton y Sussex y la Sussex Partnership NHS Foundation, los investigadores de Kingston pasaron seis meses analizando muestras de sangre de pacientes con Alzheimer. Luego compararon los resultados de las pruebas de los que no estaban siendo tratado con ningún medicamentos con los que sí estaban siendo medicados, y con un grupo adicional que no tenía la enfermedad.

El investigador principal, el profesor Declan Naughton, de la School of Life Sciences de la Universidad, explica que los resultados han puesto de manifiesto que los pacientes de Alzheimer que no estaban usando la medicación tenían muy pocas reservas de la vitamina D2 - el tipo de vitamina D que aparece en alimentos tales como pescado graso, no la que se obtiene con la exposición al sol-.

"La vitamina o no existía o estaba en cantidades tan bajas que apenas se podía medir", explicó. "En comparación, las personas en el estudio que estaban siendo tratados con medicamentos para controlar la enfermedad de Alzheimer o que no tenían la enfermedad mostraban niveles mucho más altos".

En una vuelta de tuerca más, los científicos encontraron indicios de que los inhibidores de la acetilcolinesterasa - utilizado para tratar las primeras etapas de la enfermedad de Alzheimer - podrían desempeñar un papel en incentivar la absorción de la vitamina D2.

Fuente: Tendencias 21