"Bungaló", "montenegrino", "timorense" (Isla de Timor), "digitalización", "chatear", "internet" (con minúscula), "bulímico", "abrefácil", "autogobierno", "castrante", "salvapantalla", "desminar", y "mulá" (sacerdote islámico), son los giros y palabras que desde ahora en adelante son legales por estar aceptadas por la Real Academia e incorporadas al Diccionario Esencial de la Lengua.

El Diccionario Esencial del español recoge los 54.000 términos más vivos del idioma que utilizan 400 millones de hispanohablantes y es una versión reducida del Diccionario Académico, que cuenta en total con casi 87.000 vocablos.

Más cómoda, ágil y moderna, la edición ofrece el registro del vocabulario de nuestra época y trata de despojar a la lengua de todas las antigüedades o léxico en desuso, que continuarán figurando en el Diccionario principal.

La renovación también alcanza a expresiones como “Matar al mensajero" (utilizadas preferentemente por los periodistas cuando se busca castigarlos por transmitir información), “Vaca sagrada”, “Llevar en el pecado la penitencia”, “Malos tiempos para la lírica” (Grafica que es momento inoportuno para hacer algo).

También entran otras expresiones a formar parte oficial del idioma como “acoso moral”, “acoso psicológico”, “droga de diseño” y “tirarse a la piscina”.

Desde 2001, y con vistas a la XXIII edición del Diccionario, las Academias ya le habían dado el visto bueno también a dichos coloquiales como “estar al loro”, “comer el tarro”, “vender la burra”, “vender la moto” (Expresiones que figuran ya en la versión electrónica del Diccionario principal).

Por último, las Academias de los países hispanohablantes califican de "superfluos" a aquellos extranjerismos que tienen palabras equivalentes en español por eso no se permiten “sponsor” (fácilmente sustituible por "patrocinador"), “Password” (se recomienda usar "contraseña").

Pero, cuando los extranjerismos están muy extendidos o no es fácil sustituirlos por voces del español, se propone unas veces el mantenimiento de la grafía y pronunciación originales como por ejemplo “jazz”, “blues” y “software”.

Entre otras cosas se recomienda adaptar a nuestro sistema gráfico, las  palabras “baipás”, “escúter”, “pirsin”, “yacusi” y “zum”.