La mayoría de las personas a dieta piensan que la fuerza de voluntad y la dedicación son los factores más importantes a la hora de atenerse a ella, pero este estudio reciente muestra que el factor de complejidad, como por ejemplo cuántas normas han de seguirse, también influye en gran medida en su cumplimiento.

Investigadores del Instituto Max Planck de Desarrollo Humano (Alemania) trabajaron junto a un equipo científico de la Universidad de Indiana (Estados Unidos) para comparar el comportamiento de dos grupos de mujeres que seguían dos tipos de dieta muy distintos entre sí. Descubrieron que las que seguían la dieta más compleja abandonaban antes.

El plan “Brigitte”, muy popular en Alemania, es bastante sencillo, pues se basa en listas de la compra que permiten saber exactamente qué comprar y cocinar. También se analizó la dieta Weight Watchers, basado en un sistema de puntos ligados a distintos alimentos; quienes la siguen han de “consumir” un número concreto de puntos al día.

“La impresión subjetiva de dificultad que reciben las personas que siguen una dieta compleja en la que deben llevar un registro de qué y cuántos alimentos ingieren puede conducir a su abandono”, aseguró el profesor Peter Todd de la Universidad de Indiana.

La profesora Jutta Matta, miembro del equipo de investigación, autora principal del estudio y perteneciente a la Universidad de Stanford (Estados Unidos), entiende que el efecto que ejerce la complejidad percibida es real incluso cuando el que sigue la dieta está completamente convencido de que es capaz de atenerse a ella. “Aunque confíes en tu capacidad de cumplir el régimen, el pensar que la dieta es cognitivamente complicada puede minar tus esfuerzos”, indicó.

La profesora Matta opina que es muy importante la preparación del entorno para que éste ayude a cumplir el programa con disciplina, como por ejemplo retirar de la vista todo tipo de refrigerio. También sugiere que los que pretendan seguir una dieta deberían contemplar varias alternativas y anotar todo lo necesario para cumplirla.

“Si uno se decide por una más compleja porque por ejemplo le parece más atractiva y flexible, debería evaluar la dificultad subjetiva de realizar los cálculos y controlar el consumo”, señaló. “Si la encuentra muy difícil, la probabilidad de abandono es mayor, en cuyo caso debería buscarse un plan distinto.”

Fuente: Cordis – Europa