Se trate de amor o de una relación invernal que empieza a "molestar" de cara al verano, el momento de romper con una pareja suele ser traumático. Y si no, pregúntenle a Wanda Nara.
Sin embargo, pese a que cada pareja es un mundo y vive sus propios conflictos, es llamativo que la mayoría de las rupturas presenten las mismas excusas, algunas de ellas compiladas por el portal español Qué.
Conocerlas es, también, leer más allá de lo dicho.
Muchos coincidirán en que la más usada es “Te prefiero como amigo”. Sin embargo, hay que saber que no por repetida, la frase evita rencores. Sobre todo porque las dos partes saben que no hay –ni habrá– tal amistad.
Otra: "Te dejo porque no quiero hacerte daño". Desde cuándo el otro tiene que asumir tal grado de paternalismo/ maternalismo.
Dicho de otro modo, quién es el otro para decirle a su pareja lo que le conviene?. Hay que ir al punto: no te quiero más o me gusta otro/a.
"Merecés a alguien mejor que yo" o “alguien que te haga feliz”. En definitiva, más de lo mismo pero con otras palabras: "no sólo te dejo sino que me permito decirte lo que te conviene".
Otra de las excusas más gastadas es “Necesito un tiempo” o “quiero saber si puedo estar solo/a”. En este caso, podría pensarse que ocurre lo contrario: la relación se puso demasiado seria y alguna de las partes no quiere dar el paso que sigue.
"En este momento de mi vida quiero centrarme en mi trabajo". Bueno, para todos los que eligen esa muletilla, ojalá que el éxito los acompañe, porque con ese criterio, la única pareja posible será una computadora.
"Ya no es como antes". Y no. Es lo que tienen las relaciones, que evolucionan.
"No estoy seguro de quererte". Bien, si la inseguridad es más fuerte, hay que hacerse cargo de las decisiones en vez de volver con el típico “estaba confundido/a”.
Claro que este es un listado tentativo y abierto a los comentarios al pie.