Algunos lectores de Rosario3.com cuentan su experiencia tras comprar un departamento en edificios nuevos de la ciudad recién terminados de construir. Gastón dice que después de un año de haberse mudado a su nuevo departamento, fue a la Empresa Provincial de la Energía (Epe) para tramitar el servicio a su nombre. Efectuó el trámite y al cabo de tres meses, según su testimonio, se encontró con una sorpresa nada grata: llegó a su domicilio una factura de la Epe a su nombre por una deuda que rondaba los 5 mil pesos, en concepto de “sustracción, robo y desmanes en el medidor de la luz ocurridos cuatro años atrás, fecha en que el edificio estaba construyéndose”.

Al igual que Gastón, Viviana relata una experiencia similar vivida por ella y los vecinos del edificio que habita, hace dos años. En el consorcio circuló la versión de que se trataba de una multa que la Epe aplicaba a la empresa constructora por haberse “colgado del cable de luz” mientras ejecutaba la obra. Según la explicación de Viviana y sus vecinos “al darse de baja el fideicomiso conformado adrede para la construcción del edificio, la Epe se quedaba sin posibilidad de cobrar la suma adeudada por ellos, y en consecuencia, intentaba transferirla a los nuevos propietarios”.

Diana Antruejo, vocera de la Epe, explicó a Rosario3.com que “desde el momento en que se da el final de obra, el representante de la empresa constructora o del fideicomiso responsable de los trabajos es quien pide el traslado del medidor de obra al consorcio del nuevo edificio. La Epe entonces inspecciona la instalación y si todo está correcto, aprueba el traslado”. A partir de ese momento, la titularidad del servicio queda en manos del consorcio hasta que el ocupante de cada departamento lo solicite a su nombre.

“De esta manera, concluye Antruejo, no hay forma de que la Epe pretenda cobrar a los nuevos propietarios la deuda que dejó impaga la empresa constructora o el fideicomiso, porque el medidor ya fue transferido. Entonces, si el anterior titular registra una deuda, será ese titular (constructora o fideicomiso) el responsable de pagarla”.

Claro que en el medio pueden producirse algunas irregularidades que dejan desguarnecido al nuevo propietario, una de ellas consiste en ingresar al edificio antes de que la Municipalidad otorgue el certificado de final de obra. “En ese caso, si el titular concurre a la Epe para solicitar el servicio a su nombre, sin que hubiera mediado el paso previo –de traspaso de la constructora al consorcio– existe la posibilidad de que el solicitante firme aceptando hacerse cargo de la deuda pendiente para conseguirlo”, lo cual lo convertiría injustamente en deudor.

Al margen de estos reclamos puntuales, Antruejo hace referencia a conductas por lo menos irresponsables de algunos titulares de fideicomisos que desoyendo las indicaciones de los inspectores de la Epe, terminan el edificio y se van sin instalar la subestación de energía que sería imprescindible para que el sistema eléctrico de la nueva construcción funcione como corresponde.

La advertencia de la Epe a los nuevos propietarios apunta a requerir a la inmobiliaria respectiva la certificación de que la obra está finalizada y habilitada para ser ocupada. Si se tienen en cuenta estos requisitos, difícilmente se produzcan situaciones como las descriptas por Gastón, Viviana y sus vecinos.

En Rosario, los informes sobre la titularidad del servicio de energía pueden solicitarse en las oficinas de la Epe correspondientes a cada zona de la ciudad: Agencia Oeste –Bv. Oroño 1.260–, Agencia Alberdi –Av. Alberdi 1.091– y Agencia Centro –Rioja 1.339/41–.