Por segunda vez en el año, los titulares de las estaciones de servicio del país decidieron suspender la atención al público en reclamo de una recomposición de sus ingresos por la venta de combustibles líquidos. Se calcula que la medida afecta a 4.500 establecimientos a nivel nacional, de los cuales 500 son santafesinos y, de esas, más de 70 son rosarinas. Entre lo surtidores locales que dejaron de funcionar se encuentran los ubicados en San Nicolás y Mendoza, Córdoba al 5300, Cafferata y Mendoza, Ituzaingó y Sarmiento, Corrientes y San Lorenzo, San Luis y Dorrego, San Martín y 27 de Febrero. Rubén Fernandez, de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (Faeni), se mostró “muy conforme con el acatamiento", y aseguró que se plegaron "ciento por ciento de las estaciones de capitales nacionales e incluso algunas de GNC se solidarizaron”. En rigor, el 100 por ciento de las 42 estaciones de capitales nacional no atendieron al público, mientras que otras 35 se sumaron de manera dispar. Quienes no pararon fueron los subsidiarios de las petroleras, que controlan 30 estaciones de las 107 que hay en la ciudad. A pesar de que éstas sólo tienen el 30 por ciento de las establecimientos, controlan más del la mitad del mercado en Rosario. Según Fernández, la crisis en el sector es más que palpable. En los últimos tres años, dijo a rosario3.com, cerraron unas 15 estaciones locales, algo más del 15 por ciento del total, "y otras 20 están al límite", alertó. Por otro lado, aseguró que tras la medida habrá un tiempo de análisis y de espera de un contacto con el gobierno nacional. "Ya hemos mandado dos cartas al presidente, una de ellas salió de Rosario; ahora esperamos una respuesta, que no tiene que ver con subir el precio sino con alivianar las cargas tributarias", señaló. EN CRISIS Para graficar el panorama los responsables de estaciones de servicio explican la composición del precio de los combustibles. “En el caso del diesel, por ejemplo –explica Daniel Geribone, integrante de la Faeni– del precio final un 19 por ciento corresponde al Impuesto a la Transferencia de los Combustibles (ITC), el 20,20 por ciento, al impuesto al gasoil y el 21 por ciento al IVA. Es un exceso”. Desde el año 2002, el precio del combustible no sufrió variantes y los propietarios de estaciones –excepto aquellas regenteadas por las petroleras– dicen tener serias dificultades para aumentar los sueldos de sus empleados y mantener las mismas condiciones en la prestación de los servicios al cliente. Por esa razón, a fines de mayo convocaron una medida de menor duración –se extendió a lo largo de tres horas– pero no alcanzó para provocar respuestas del gobierno. También dificulta la negociación la situación monopólica que se registra en Rosario, donde más del 50 por ciento del mercado está absorbido por Esso que tiene en sus manos, no sólo la venta, sino también las tareas previas de extracción y refinamiento de los combustibles. “Entonces, cuando Esso quiere se sienta y arregla con el gobierno” –se queja un playero de la YPF de Callao al 100– y los demás quedamos afuera de cualquier negociación”. En las estaciones consultadas coincidieron en que los clientes de cuenta corriente o los habituales ya estaban avisados de la medida de fuerza, incluso algunos lo habían anticipado mediante la entrega de panfletos la semana pasada, para evitar el disgusto de sus compradores más fieles. Por esa razón, esta mañana y en las últimas horas del domingo las ventas aumentaron alrededor de un 40 por ciento en todas las estaciones, donde cargaron combustible los ya prevenidos para evitar quedar a pie.