Miguel Ángel Russo era el entrenador de Rosario Central en el torneo Apertura 2003, el primero sin Luciando Figueroa, César Delgado y Daniel Díaz, tres pilares de uno de los mejores equipos canallas en los últimos tiempos. Así y todo, la Academia rosarina hizo un gran papel en esa competencia: acabó cuarta junto a Quilmes con 31 puntos, a solo 8 unidades de Boca, que se consagró campeón.

Una de las victoria conseguidas por Central en ese torneo fue la de la novena fecha, ante Estudiantes de La Plata en el Gigante de Arroyito, mismos rival y escenario del debut de este sábado en el Apertura 2008. Ese 12 de octubre de 2003, el triunfo fue por 2 a 0 con conquistas de Germán Herrera y Mariano Messera, goles que sirvieron para que el equipo de Miguel se posicionara escolta de Boca.

El conjunto pincharrata, que en ese juego fue dirigido por primera vez por Carlos Pachamé, le planteó un partido incómodo a Central. Después de media hora cerrada y pareja, en la que Estudiantes llegó más y mejor, los auriazules comenzaron a manejar las acciones con la sociedad que conformaron Pablo Sánchez (sí, el actual DT), Mariano Messera, Ezequiel González y Germán Herrera. Ellos, más el aporte de Mariano Herrón —perfecto en el corte y la descarga—, terminaron por desbaratar toda estrategia defensiva albirroja. Y así llegó el gol de Herrera.

El tanto no alteró posturas. Pero la salida de Vitamina Sánchez por una molestia le traspapeló el libreto. Perdió claridad el equipo de Miguel Russo y Estudiantes advirtió que el empate era posible. Fue con más fuerza que ideas y tuvo tres chances claras. Pero entre la imprecisión de los ejecutores y una atajada fantástica de Julio Gaona, Central conservó una ventaja que recién logró extender en el último minuto. Una contra, algo que no supo explotar en todo el segundo tiempo, terminó con un remate bajo de Messera y la explosión de los hinchas.