La organización ecologista Greenpeace advirtió que las inundaciones que actualmente sufren varias provincias del norte y el Litoral del país –situación que hoy incluye al norte de Santa Fe– se deben al aumento de las precipitaciones por el cambio climático y a la destrucción de los bosques nativos, una “esponja natural”, debido al “avance de la frontera agropecuaria”.

“Las inundaciones que recurrentemente sufrimos todos los veranos no son un fenómeno natural, son consecuencia del cambio climático y de que Argentina sea uno de los diez países del mundo que más deforestan. Estamos perdiendo a nuestra esponja natural por el avance descontrolado de la soja y la ganadería intensiva. Menos bosques es sinónimo de más inundaciones”, señaló Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace.

Un estudio del Instituto de Tecnología Agropecuaria reveló que una hectárea con bosque chaqueño absorbe en una hora 300 milímetros de agua, mientras que una con pasturas 100 milímetros, y una con soja tan solo 30 milímetros.

El 80 por ciento de la deforestación del país se concentra en cuatro provincias del norte: Santiago del Estero, Salta, Chaco y Formosa. La principal causa es el avance de la frontera agropecuaria; y gran parte de la producción (soja transgénica y ganadería intensiva) es exportada hacia Europa y China.

El caso de Chaco

Chaco es la provincia donde más bosques se destruyeron durante los últimos tres años, con un importante aumento de los desmontes ilegales: más de la mitad de la deforestación se realizó en zonas protegidas por la Ley de Bosques (54.327 de las 103.908 hectáreas desmontadas), según un informe de Greenpeace.

La organización ecologista denunció la colaboración del gobierno provincial con grandes empresarios agropecuarios para permitirles deforestar donde la normativa nacional no lo permite: ya autorizaron a 67 fincas, abarcando una superficie de 51.768 hectáreas (casi 3 veces el tamaño de la ciudad de Buenos Aires).

También advirtió que avanzar con la implementación de estas autorizaciones que no respetan la Ley de Bosques pone en potencial riesgo a cerca de 3 millones de hectáreas de “El Impenetrable”.