Lejos de quedarse estática, la educación evoluciona de manera continua intentando seguir el paso a las necesidades de la sociedad y fundamentalmente del mercado laboral.

Las investigaciones y descubrimientos que determinan nuevas técnicas de enseñanza, metodologías para el trabajo en clase, nuevos modelos docentes y formas de concebir la educación surgen de manera teórica para luego aplicarse de forma práctica en las aulas de todo el mundo. Universidades y centros educativos de nivel superior buscan de forma constante la incorporación de estas tendencias para actualizar su oferta educativa.

En los últimos 20 años se han presentado, por tanto, una larga lista de tendencias universitarias revolucionarias. Esto se debe particularmente al veloz crecimiento de las denominadas tecnologías de la información y la comunicación generado a partir de la década de los 90.

¿Qué aspectos han marcado la educación estos últimos 20 años? Estas son algunas de las tendencias en educación universitaria más revolucionarias de las últimas dos décadas:

- Globalización: Esta ofrece tanto desafíos como oportunidades para llevar la formación desde el nivel local hacia el internacional.

- Crecimiento de la investigación: Vista como componente esencial para el aprendizaje de habilidades de los estudiantes, el crecimiento de la ciencia y por tanto de las propias universidades.

- Enseñanza de valores: Que permitan a los centros formar no solo profesionales capacitados en una materia sino trabajadores deseados por las empresas.

- Transmisión de habilidades: Con las que los graduados puedan adaptarse de mejor forma a los entornos laborales.

- Masificación: Abandono de la idea de la educación superior como alcanzable solo para algunos sectores, y búsqueda constante de la atracción de nuevos estudiantes.

- Integración: Crecimiento de la movilidad estudiantil, y con ello, de la integración de alumnos de diferentes nacionalidades en una misma aula.

- Uso de la tecnología: Incorporación de las TIC dentro del aula y fundamentalmente a la hora de realizar procesos administrativos de los centros.

- Apuesta por la práctica: Preferencia por los estudios de carácter práctico o técnico por sobre los teóricos. Tanto en la oferta de los centros como en la mente de los estudiantes.

- Expansión de los centros: En los últimos años han surgido diversos tipos de centros que no califican como universidades pero de todos modos ofrecen formación de nivel superior.

- Clasificación: Aumento de la importancia de aparecer en clasificaciones de nivel mundial, y por consecuencia, la mejora de aquellas condiciones que se consideran para dichas clasificaciones.

- Preocupación por la empleabilidad: Realización de diferentes tareas orientadas a lograr una mayor empleabilidad de los graduados. Acuerdos con empresas, programas de prácticas, etc.

- Alianzas: Con otras universidades, empresas e instituciones para establecer programas de becas, intercambios, prácticas o formación conjunta.

- Protagonismo para los estudiantes: Metodologías como Flipped classroom, Blended learning, Aprendizaje colaborativo o Learning by doing dominan el escenario mundial.

En esencia, estas tendencias se enfocan en tres aspectos fundamentales: la incorporación de la tecnología a las aulas; la oferta de una educación integradora y completa que permita a los egresados insertarse de manera óptima en la sociedad y el mercado laboral; y fundamentalmente, un cambio en la forma de considerar al estudiante, abandonando la idea del alumno como sujeto pasivo y pasando a este hacia un rol más activo.

¿Qué pasará en el futuro? Estas tendencias revolucionarias indican que poco a poco se intensificará el uso de las TIC en el aula, y que en el futuro cercano la educación será totalmente inclusiva gracias al desarrollo de cursos mixtos y modalidades de educación a distancia que lleven las posibilidades formativas a todas las regiones del planeta.

Fuente: Universia Chile