Cómo pasa el tiempo. Una generación se escurrió ya desde el icónico festejo que protagonizaron en 1994 Mazinho, Bebeto y Romario con los brazos cruzados, como quien mece un bebé. Tras el gol a Holanda del primero durante el Mundial de Estados Unidos, sus compañeros se sumaron al festejo

Con ese tanto, Brasil de ponía 2 a 0 ante el equipo europeo y, si bien el resultado final fue 3-2 y el conjunto carioca accedía a las semifinales, la foto final fue la "cunita" de los tres jugadores.

Su hijos ya cumplieron la mayoría de edad y, además, firmaron sus contratos como profesionales con distintas intituciones.

Los herederos de Mazinho, Rafinha y Thiago, juegan en el Barcelona, mientras que Mattheus de Andrade Gama de Oliveira, conocido como “Bebetinho”, pasó del fútbol de salón al Flamengo.

Por último, para completar la foto apta para noatálgicos, Romarinho se estrenó como profesional con el Brasiliense.