No todos están hartos y bajoneados por este temporal de lluvia que viene azotando a Rosario y a toda la región en las últimas semanas. Las lavanderías de la ciudad, por ejemplo, están de parabienes con la gente que acude a esos lugares para hacer lavar y secar la ropa.

“La verdad que no nos da más el cuerpo y el tiempo para cumplirle a toda la gente”, indicó el propietario de uno de estos negocios.

“Hay que aprovechar este momento porque en el verano estuvimos bastante complicados con la sequía”, agregó.

El comerciante contó que “el viernes y el sábado me tuve que quedar a trabajar hasta la madruga a puertas cerradas”.

“Estamos trabajando el triple de lo que trabajamos en febrero, que fue el mes más flojo del año”, detalló.

De todos modos, los dueños de estos comercios advirtieron que gran parte de las ganacias se las llevarán las empresas proveedoras de la energía eléctrica y el agua, ya que las lavadoras están en marcha casi todo el día.