La policía irlandesa arrestó el martes a un eslovaco que llevaba una mochila cargada de explosivos. Sin embargo, más tarde tuvieron que dejarlo en libertad sin cargos después de que las autoridades eslovacas se disculparan por colocar explosivos en su equipaje como parte de un ejercicio de seguridad de aeropuertos.

"El ministro eslovaco de Interior ha transmitido al ministro irlandés de Justicia, Dermot Aherm, el profundo pesar de su Gobierno por este incidente", indicó el Gobierno irlandés en un comunicado.

El hombre, uno de los miles europeos del este que trabajan en Irlanda, voló de vuelta a Dublín el sábado tras sus vacaciones de Navidad. En tanto, expertos militares irlandeses retiraron de su apartamento una pequeña cantidad de explosivos que había traído sin saberlo en su equipaje.

El trabajador, de 40 años, fue uno de los muchos pasajeros en cuyas maletas se colocaron objetos prohibidos sin su conocimiento, para comprobar la seguridad del aeropuerto eslovaco.

La seguridad de los aeropuertos ha sido objeto de la atención internacional desde que un nigeriano, que se sospecha tenía lazos con milicianos yemeníes, fuera detenido el día de Navidad acusado de intentar hacer estallar un avión de pasajeros que volaba a EE.UU. con explosivos que llevaba en la ropa interior.