El gobierno nacional ratificó este sábado que no se involucrará en las internas de la Confederación General del Trabajo (CGT) luego de la crisis que se desató por los incidentes en la quinta de San Vicente, donde grupos chocaron por lugares de protagonismo dentro del homenaje a Juan Domingo Perón.

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, dijo que si la CGT "tiene la necesidad de hacer evaluaciones y reconsiderar su conducción, es un problema que tendrán que resolver puertas adentro".

El gobierno tomó distancia así de distancia de las discusiones sobre la continuidad de Hugo Moyano al frente de la CGT, pero aclaró que tampoco cortará las relaciones con el sindicalista. “No hay ningún cartel en la Casa Rosada que diga ´prohibido el ingreso del señor Hugo Moyano´”, afirmó Fernández, en diálogo por Radio Mitre.

Por su parte, el senador José Pampuro apuntó al gobernador bonaerense Felipe Solá por los incidentes durante el traslado de los restos de Juan Domingo Perón a San Vicente porque consideró que la seguridad es una responsabilidad “indelegable” del Estado.

“Es una responsabilidad, en un acto público, que es indelegable por parte de quien lleva adelante la administración de un Estado, ya sea nacional o provincial. En ese caso, al estar en el ámbito de la Provincia, hay una participación que debió haber sido asumida”, indicó en diálogo por Radio 10.

Por la violencia del martes, Moyano especialmente quedó en el foco de la tormenta porque uno de los bandos que protagonizó los enfrentamientos es el de camioneros, el gremio que lidera, y el único detenido por haber disparado con arma de fuego es el chofer de su hijo Pablo.