Israel amplió la campaña militar terrestre en el sur del Líbano y mantiene los bombardeos en otras zonas del país, lo que aleja las expectativas de lograr un rápido alto el fuego, aunque las gestiones diplomáticas continúan.

Las tropas israelíes, reforzadas por miles de reservistas, han recibido la orden de destruir las infraestructuras de Hezbolá hasta el río Litani, a unos 20 kilómetros de la frontera, informaron fuentes del gobierno, después de que el gabinete de seguridad autorizase la ampliación de las operaciones por tierra.

La extensión de la ofensiva contra objetivos de la milicia chiíta comenzó con la entrada de nuevos soldados del cuerpo de paracaidistas, de infantería y de ingenieros, acompañados de equipos pesados, en territorio libanés, donde siguen los combates.

La cadena de televisión Al Manar, órgano de Hezbolá, dijo que los milicianos frustraron durante la noche intentos de las tropas israelíes de avanzar en las localidades libanesas de Adisa, Kfar Kala y Aita al Shaab, donde "se desarrollaron violentos combates", en los que varios soldados israelíes resultaron "muertos o heridos".

Según la cadena Al Jazzeera, tres militares israelíes han muerto en esos combates, mientras medios libaneses informaron también de ataques artilleros israelíes contra localidades sureñas, como Al Mansuri y Al Teibi.

Fuentes militares israelíes dijeron que la ofensiva para "limpiar" a Hezbolá del sur del Líbano puede prolongarse "hasta dos semanas" y al culminar esa misión, Israel se replegará para que el terreno quede bajo control de una fuerza multinacional o del ejército libanés.

También la aviación israelí continuó con sus ataques en distintos puntos del país, tras el fracaso de una anunciada tregua de bombardeos de dos días y que no duró más que unas horas.

Aviones de combate israelíes atacaron, en tres pasadas, la carretera que une Hermel, en el noroeste del Líbano, con la ciudad siria de Homs, así como una aldea cercana a Naqura, en el sur del país, sin que se sepa si ha habido víctimas por el momento, según la televisión libanesa "Future".

Fuentes israelíes revelaron además el bombardeo de depósitos y una plataforma lanza-cohetes de Hezbulá en el sur y, por error, de un vehículo en el que viajaban un oficial y soldados libaneses al norte de Tiro, por lo que el Ejército israelí pidió disculpas.

Por su parte, fuentes policiales informaron de un ataque de morteros de Hezbolá contra la aldea israelí de Margaliot, sin consecuencias, después de que el lunes los milicianos disparasen sólo dos cohetes, aunque los habitantes del norte del país siguen alerta.

El Comando de la Defensa Civil reiteró a la población que se mantenga en los refugios de seguridad. Fuentes militares creen que Hezbolá puede disparar aún misiles tierra-tierra de largo alcance, hasta 200 kilómetros.

La intensificación de las operaciones militares parece alejar el alto el fuego, a pesar de que según Estados Unidos podría llegar esta semana.

"No hay un alto el fuego ni lo habrá en los próximos días", dijo el primer ministro israelí, Ehud Olmert, quien aseguró en una conversación telefónica con su colega británico, Tony Blair, que la esperada tregua se podrá proclamar "cuando se instale la fuerza multinacional en el sur del Líbano".

La ONU decidió aplazar la reunión para estudiar los planes de despliegue de esa fuerza debido a que la mayoría de los países consideran que primero es necesario un acuerdo político, mientras Francia y Alemania han expresado la necesidad de no dejar al margen de las negociaciones a Irán y Siria, los aliados de Hezbolá.

El ministro francés de Exteriores, Philippe Douste-Blazy, que finalizó una visita a Beirut tras reunirse con su colega iraní, Manushahr Motaki, aseguró que Irán "es un actor imprescindible y sería ideal que entrase en el círculo de confianza internacional".

El jefe de la diplomacia alemana, Frank-Walter Steinmeier, afirmó por su parte que la comunidad internacional "no debe conformarse con que Siria no entorpezca el proceso. El objetivo debería ser que Damasco participe constructivamente en el proceso, lo que además ayudaría en la búsqueda de una estabilización de Oriente Medio".

Douste-Blazy y Steinmeier participan hoy en la reunión urgente de ministros de Exteriores de la Unión Europea en Bruselas.

El objetivo es alcanzar una "posición común de los 25", incluido el Reino Unido, sobre la necesidad de un "inmediato alto el fuego", lo que "es posible", según fuentes de la presidencia finlandesa, que destacaron el peso que puede tener en el debate el bombardeo israelí en la ciudad libanesa de Qaná, en el que murieron 57 civiles, 37 de ellos niños.