Los canguros de la capital australiana recibirán una píldora anticonceptiva por parte de las autoridades que intentan controlar su creciente población.

La iniciativa fue aprobada por los defensores de los derechos de animales de Canberra, que dicen que darles anticonceptivos a los canguros es mejor que sacrificar a los animales.

"Definitivamente es mejor que matar canguros", dijo la portavoz de Liberación Animal, Simone Gray. "En la capital de nuestra nación, no es apropiado matar a nuestro símbolo nacional".

Australia tiene un estimado de 57 millones de canguros salvajes, o casi tres veces la población humana, que causan daños a los cultivos y a las propiedades y compiten con el ganado por comida y agua, según publicó El Mundo en su edición digital.

A pesar de figurar en el escudo de armas de la nación, Australia sacrifica millones de canguros cada año. Sin embargo el número de marsupiales sigue creciendo.

El problema es grave alrededor de Canberra, donde cinco años de sequía provocaron que más canguros se trasladen a zonas suburbanas buscando comida y convirtiéndose en una amenaza para el tráfico.