Con la ley de fertilización asistida nació la esperanza para muchos padres pero la lucha no termina. Pasada la primera felicidad por la sanción de una legislación tan esperada, los militantes por este ahora reconocido derecho advirtieron que no se quedarán de brazos cruzados: debido a que el texto es “muy general” quieren ser parte del proceso de reglamentación. Pacientes y médicos coinciden en este punto.

En diálogo con el programa Radiópolis, que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Mariana Contreras de la ONG Dar Vida, celebró la nueva ley pero indicó que “ahora toca la parte más importante porque lo redactado es muy amplio y no habla de cantidades de tratamientos ni edades”.

Lo mismo apuntó el especialista en tratamientos de fertilización, Julio Colabianchi quien, basado en años de experiencia, destacó que “cada pareja es diferente, con cargas muy diversas” y no siempre los mismos problemas para concebir.

En tal sentido, Contreras añadió que la mayoría de los padres con problemas de esterilidad, en realidad padecen de patologías fácilmente superables, “con tratamientos de baja complejidad”, que son también los más accesibles: rondan los 5 mil pesos en comparación a los 40 mil que cuestan las técnicas más complejas.

Finalmente, consultada sobre el único voto negativo del miércoles –diputado Julio Ledesma, ex discípulo de Francisco de Narváez y actual soldado del PRO–, explicó que tuvo que ver con consideraciones de índole religiosa pero que de ninguna manera le quitó “lo sublime” a una sesión legislativa para el recuerdo.

“Hace veintipico de años que esperábamos esto”, enfatizó Colabianchi.