El conflicto entre el municipio y sus trabajadores parece no tener salida a la vista. Mientras la intendencia insiste en que el reclamo de incremento salarial de los empleados municipales es desmedido, el gremio no afloja en la pelea y ya ratificó una medida de fuerza de 48 horas para la semana que viene.
En contacto con Radio 2, el intendente Miguel Lifschitz no sólo sostuvo su postura en contra de un nuevo paro sino que también advirtió que la situación económica será aún más crítica el año que viene. "En un momento en que muchos trabajadores ven peligrar su fuente de trabajo y hay temor a la pérdida del empleo, el municipio tiene que hacer un refuerzo porque hay mayor demanda del gasto social y en ese marco plantear medidas de fuerza es un despropósito", dijo el intendente. Y añadió: "Basta con leer los diarios y ver los noticieros para entender la gravedad del problema que atraviesan los argentinos". No, no esta vez no dijo que los municipales viven en un frasco. ¿O sí?
Lifschitz señaló que no se puede "seguir tirando de la soga de un presupuesto que no da más. Me parece desmedido". En este sentido, el intendente de la ciudad asumió que el año que viene será más crítico en cuestión de balances y números.
"Apelo a la responsabilidad de la dirigencia gremial. Tengamos en cuenta que el secretario general del gremio municipal es el delegado de la CGT en Rosario y en este marco la CGT tiene problemas mas acuciantes que éste para resolver", concluyó.
Pese a la conciliación obligatoria, las partes siguen en conflicto y los trabajadores municipales decidieron ir a un nuevo paro la semana que viene. La medida de fuerza está prevista para el 28 y 29 de octubre.


