El intendente Miguel Lifschitz puso este viernes un freno a las aspiraciones de los taxistas, que luego de que se anunciara un inminente aumento en el boleto de transporte urbano reclaman un incremento en su tarifa. La intención de los tacheros es actualizar la bajada de bandera a 2,50 pesos –actualmente está en 2,20– y a 0,14 pesos la ficha por cuadra.
“Los vamos a escuchar”, aclaró Lifschitz en referencia a la intención de los taxistas de acercarle al Ejecutivo una propuesta de aumento de tarifa. Pero adelantó que la de los taxis y colectivos “son situaciones diferentes”. “Los taxistas no sufrieron un incremento en los salarios de los choferes ni tampoco una suba en los costos en el servicio”, lanzó. “De todas formas lo vamos a analizar”, terminó en tono más conciliador.
El intendente no es el único que se opone al incremento. Este viernes se conoció la oposición de los remiseros quienes consideran que por ahora, no es necesario retocar la tarifa porque esto implicaría una merma en los pasajeros.
Mientras tanto, según destacaron desde el móvil de Radio 2, la Asociación de Conductores de Taxis manejan una cifra aún superior a los 2,50 la bajada (expuesta desde Cámara de Titulares de Taxis de Rosario): pedirán 2,80.