El gobernador Miguel Lifschitz cuestionó duramente el hecho de que los ex ministros de Justicia Eduardo Superti y Juan Lewis hayan asumido la defensa de imputados en la megacausa por lavado de activos y fraude, aunque dejó en claro que no pertenecieron a su gestión –fueron funcionarios de Hermes Binner y Antonio Bonfatti– y que no forman parte ni del Frente Progresista ni del socialismo.

“Desde el punto de vista de la ética política, tenemos que estar de un lado o del otro en lo que es la lucha contra el narcotráfico, el lavado y la corrupción en todos sus niveles”, plantó bandera el gobernador.

Y dejó en claro: “Por lo demás, ninguna de estas personas son funcionarios ni asesores de nuestro gobierno”.

En ese sentido, dio a entender que él no debe responder por las gestiones que lo antecedieron, aunque hayan sido de su mismo signo político. “Yo estoy tranquilo con mis equipos, cuál es nuestra actitud ante los problemas. No tenemos temor en enfrentar todos los hechos que haya que enfrentar en materia de narcotráfico, corrupción y lavado”, enfatizó.

Luego remarcó: “Los ciudadanos nos piden actitudes claras, éticas y valientes”, y volvió a despejar: “No son dirigentes del Frente ni de mi partido, sino funcionarios de la gestión anterior”.