Si el campo esperaba un apoyo sin condicionamientos del socialismo en esta nueva etapa de su conflicto con el gobierno nacional parece que se equivocó. “Las dos partes están en deuda con la sociedad argentina”, afirmó el intendente Miguel Lifschitz.
“Después de concluido el conflicto anterior tras la resolución del Senado esperábamos que se podría encausar el temas a través del díalogo, pero lamentablemente no ha sido así”, afirmó el intendente. Y luego, a diferencia del conflicto anterior, cuando se alineó claramente con el campo, marcó diferencias con el sector: “Las dos partes están en deuda con al sociedad argentina. No es tiempo para profundizar conflictos”. Aunque luego se mostró más duro con la gestión kirchnerista: “Tengo que admitir que si no hay respuesta pareciera que la única posibilidad es la protesta”.
El ámbito en el que Lifschitz se refirió a la crisis del campo no fue casual. Fue antes de inaugurar, en la Bolsa de Comercio, el quinto Congreso Regional de la Producción Rosario Activa 2008, cuyo tema es: “Estrategias de Desarrollo Local: La nueva ruralidad”.
De acuerdo a lo expresado por sus organizadores, el desafío de esta propuesta “implica pensar en una dimensión de lo rural que trascienda lo agropecuario y mantenga nexos de intercambio e interdependencia con el sector urbano”.
Los temas a tratar durante el congreso son: “Desafíos y perspectivas ante el nuevo escenario internacional", "Redes e innovación: La nueva dinámica de la actividad agropecuaria" y "Experiencias en el entramado agroindustrial de la región".


